El ministro de Exterio-res inglés, David Miliband, confirmó ayer la expulsión del país de un diplomático israelí por la implicación de Israel en la falsificación de pasaportes británicos por los supuestos autores del asesinato del líder de Hamás Mahmud Al Mabhuh en Dubai el pasado mes de enero.
En una declaración pública en la Cámara de los Comunes, el titular de Exteriores calificó de "intolerable" el uso ilícito de estos documentos en un caso que ha enrarecido las relaciones entre ambos países.
Miliband manifestó además que había "motivos convincentes" para creer que Israel fue "responsable" de la operación. El titular de Exteriores dijo que el lunes se entrevistó con su homólogo israelí, Avigdor Lieberman, y le pidió una carta con garantías de que este tipo de actos "no se repetirán". Tras una "investigación extremadamente profesional", la agencia británica del crimen organizado (SOCA) concluyó que los pasaportes empleados por los presuntos autores de la muerte del líder del movimiento islamista fueron "copias de pasaportes británicos auténticos", dijo Miliband.
El dirigente británico calificó lo sucedido como un acto de "profundo desprecio a la soberanía de Reino Unido". El hecho de que Israel sea "un Estado amigo", agregó, hace el "insulto más doloroso". Mientras, Lieberman lamentó ayer por la tarde la decisión de Londres y, pese a los últimos acontecimientos, dio "gran importancia" a las relaciones con Reino Unido.
