La caída de las ventas, en torno a un 31% sólo en el último año, y los elevados costes de producción han llevado a Renault a anunciar el recorte de 5.000 puestos de trabajo. En la factoría de Sevilla, en San Jerónimo, se pide tranquilidad a la vez que información precisa sobre la repercusión del plan de ajuste.
Tan sólo cuatro meses después de que el fabricante automovilístico anunciara a bombo y platillo la creación de 4.151 nuevos puestos de trabajo en sus plantas españolas de Valladolid y Palencia en los próximos tres años (1.925 de ellos en el presente ejercicio), Renault se rinde a la evidencia -las ventas están en caída libre, con un 30% menos de matriculaciones, y los costes de producción están disparados- y presentó el jueves un plan de choque que va a impactar de lleno en el empleo.
El director financiero, Thierry Moulonguet, fue el encargado de anunciar "un programa de supresión de puestos de trabajo" que se pondrá en marcha después del verano y hasta mediados de 2009 y que afectará a "un mínimo de 5.000 personas". Renault quiere reducir un 10% de sus costes mediante la congelación de contrataciones y con bajas voluntarias.
El presidente de la compañía, Carlos Ghosn, fue más lejos y, en una presentación de los resultados semestrales a analistas, añadió que las actuales capacidades de producción no se podrán mantener "si la situación en Europa perdura", lo que hace pensar en la eventualidad del cierre de fábricas. "En este momento no podemos seguir diciendo" que no habrá una "reestructuración" en Europa dado que sus productos, si no se venden en el mercado del Viejo Continente no tienen salida en otros mercados a causa del alto nivel del euro, argumentó. "No nos gusta, pero habrá que hacerlo", advirtió.
El fantasma del cierre que empieza a planear sobre las factorías que Renault tiene en España -entre ellas la de Sevilla, en San Jerónimo, donde se fabrican las cajas de cambio del grupo- llevaron el jueves a los sindicatos a lanzar un mensaje de tranquilidad, a la vez que exigieron a la empresa una reunión inmediata donde conocer de primera mano los planes.
CCOO en Andalucía descartó, no obstante, que la planta sevillana vaya a cerrar. CCOO-A añadió que este plan "sí prevé un ajuste en la estructura de ingenieros y personal más cualificado" e insistió en que el grupo ha anunciado que está previsto un aumento de las plantillas en las fábricas nacionales. A pesar de ello, la organización sindical mostró "cautela" ante el anuncio.
En este sentido, el sindicato consideró "inadmisible" que, tras haber registrado un beneficio neto de 1.467 millones de euros durante los seis primeros meses del año, con un incremento del 36,7% en comparación con las cifras del mismo periodo del año anterior, la multinacional se plantee un recorte de gastos. Por su parte, el Comité Intercentros de Renault en España pedirá a la dirección de la compañía una reunión a principios de septiembre, con el fin de informarse del alcance de estas medidas.
Renault intentará amortiguar la mala situación por la que atraviesa el grupo no sólo con recortes de empleo sino con una subida media de los precios de los coches de un 2%. El impacto neto del encarecimiento de las materias primas ha sido de 76 millones en el primer semestre del año y será de unos 350 millones para el conjunto del ejercicio.
Renault revisó a la baja su objetivo de ventas del programa Contrato 2009 para el año próximo, al dejarlo simplemente "por encima de tres millones de vehículos", en lugar de los más de 3,3 millones esperados inicialmente. En términos de facturación, después de unos 42.000 millones de euros este año, en 2009 la dirección de la empresa francesa calcula que se quedará en una cifra "superior a 45.000 millones" pero muy por debajo de los 52.000 millones calculados inicialmente.
Pese a todo, Renault confía en cumplir sus objetivos de rentabilidad tanto este año (4,5% de margen operativo) como el próximo (6%). En el primer semestre del año, el margen operativo fue del 4,1% del volumen de negocios, frente al 3,5% del mismo periodo de 2007.
