El presidente-director general de Renault España, José Vicente de los Mozos, planteó ayer al Comité Intercentros un Plan Industrial para que las factorías de Palencia, Valladolid y Sevilla asuman la fabricación de nuevos productos que se adjudicarán en noviembre -y a la que aspiran factorías de la compañía de otros países- y que supondrían la creación de 1.300 empleos, 200 de ellos en la factoría sevillana. Para ello, las plantas españolas deben aumentar su productividad y la dirección propone ajustes salariales, un aumento de la jornada, una nueva categoría de entrada por debajo de la actual, el desbordamiento de más/menos hora diaria por necesidades productivas, el ajuste de los pluses especiales, la supresión del coste adicional de los sábados y la consideración de Valladolid y Palencia como centro único, según fuentes sindicales.
La empresa confirmó que el grupo tiene previsto tomar una "decisión de afectación" de nuevos productos a nivel internacional en noviembre, por lo que la fecha tope para negociar este nuevo plan es el día 9 de ese mes. Dentro de estas adjudicaciones, la factoría de Palencia opta a una nueva plataforma, así como a otra plataforma derivada de ésta, que se compartirá con Nissan. En total llegarían cuatro cajas. Según los cálculos de la compañía, con la llegada de estas nuevas plataformas la factoría palentina alcanzaría volúmenes de 280.000 vehículos al año, frente a los 190.000 actuales. Las plantas de Mecánica "se pondrían en los años 2014 y 2015 al máximo rendimiento, pues pasarían de producir 1,10 millones de órganos anuales cada una de ellas a fabricar 1,40 millones" y la fábrica de Carrocería-Montaje de Valladolid, que en el último Plan Industrial recibió la adjudicación de dos modelos (Twizy y X-87), se beneficiaría de unas "mejores condiciones" de competitividad, "lo que mejoraría su posición ante la posible adjudicación de nuevos productos".
Los sindicatos consideran que las medidas pedidas a la plantilla actual para aumentar la productividad y crear los nuevos empleos son "desmesuradas". Desde CCOO, Joaquín Arias abogó por buscar un acuerdo pero no "a cualquier precio" porque "un plan que crea empleo y da estabilidad es algo muy bueno" pero rechazó que la compañía traspase "la línea roja" que supone modificar el convenio colectivo.
Desde CGT, Unai Hernández, también señaló que el plan "tiene buena pinta" pero criticó que la multinacional pretenda "modificar el convenio" y recortar derechos. Abogó por bajar los ritmos de trabajo, quitar las horas extra o incluir la formación en la jornada laboral. El portavoz de UGT en Renault, Leandro Martín, dijo que le gusta la música del plan pero consideró que las contraprestaciones pedidas son "duras" y confió en "aliviar" las medidas durante la negociación.
