Renault mostró ayer que la industria del motor también tiene una cara tras la cruz de los últimos meses. El nuevo plan industrial supone un respiro para las fábricas de carrocería y motores de Valladolid, pero sus efectos no se limitan a ellas. En Sevilla supondrá más carga de trabajo al asumir las cajas de cambios de un nuevo vehículo a partir de 2013.
Detrás se esconden duras negociaciones de los sindicatos en busca de trabajo con el que garantizar el futuro de las plantas del grupo Renault en España. Y finalmente, como se escenificó ayer en las instalaciones de Valladolid con el respaldo del propio presidente del Gobierno, el esfuerzo ha dado sus frutos.
El plan industrial acordado, que está vinculado -y supeditado a su cumplimiento- al convenio colectivo de los trabajadores del rombo de los próximos cuatro años, se concreta en la llegada para las fábricas de carrocería y motores de Valladolid de un coche eléctrico -de los tres que prevé desarrollar Renault- cuya producción comenzará en 2011, un motor "ecológico", así como la fabricación de un coche convencional a partir de 2013, que será el encargado de sustituir al Modus.
Y será ese nuevo modelo el que aportará nueva carga de trabajo a la planta de Renault en San Jerónimo, según queda comprometido en el plan industrial, explica el secretario del comité de empresa de la planta sevillana, Rafael Pareja.
Pero no será el único beneficio para la factoría hispalense. A falta de rubricar el acuerdo, Sevilla parte desde una posición preferente para convertirse en "proveedor principal" del suministro de cajas de velocidades a la futura planta que el grupo Renault construye en Tánger (Marruecos) y que se prevé que esté operativa a lo largo de 2011, como también consta en el proyecto industrial, precisa Pareja.
De esta manera, ya se ha comprobado la viabilidad de que Sevilla desempeñe este papel que no requeriría ningún desembolso económico relevante en las instalaciones de San Jerónimo para adaptar las líneas de producción, un proyecto del que aún es aventurado adelantar cifras pero que será la "única factoría proyectada para los próximos ocho o nueve años".
Esta planta, que en su día levantó recelos ante la posibilidad de que se derivara hacia ella parte de la producción de otras factorías, recibiría así desde las instalaciones de San Jerónimo una caja de velocidades "híbrida", mezcla de los modelos JB y JH, ya que la producción de coches que saldrá de Marruecos, como el modelo Logan, va destinada a mercados emergentes.
PLANO LABORAL. Las repercusiones sobre Sevilla no se limitan únicamente a la parte productiva, sino que también tendrá traslación al ámbito laboral.Los trabajadores, indica el secretario del comité, han realizado un "sacrificio" al aceptar una congelación salarial para los próximos dos años (2010 y 2011), así como la subida del IPC para 2012 y la inflación más 0,50 puntos un año más tarde, fecha de finalización del convenio.
Entre los principales logros, destaca la conversión de 1.100 contratos de relevo en fijos al cierre de este año, de los que 150 corresponden a la fábrica de San Jerónimo. Los contratos de relevo son una fórmula mediante la cual salen de la empresa trabajadores de más edad que son sustituidos por otros más jóvenes que se incorporan a la empresa.
Y, para el resto de vigencia del convenio, se transformarían en indefinidos otros 1.400 contratos en España, de los que entre 100 y 110 se harían en Sevilla.
BALANCE. Se pone así un punto y seguido, tras un año intenso de contactos y movilizaciones de la plantilla, que reunieron a más de 16.000 trabajadores en Valladolid en diciembre pasado.
El ministro de Industria, Miguel Sebastián, precisó que el "ambicioso plan industrial cuenta con 500 millones en cuatro años", de los que 300 serán para fabricar el vehículo convencional, dado que la vida útil del Modus termina en 2013. Otros 70 millones se dedicarán al pequeño vehículo eléctrico, con lo que se garantiza el funcionamiento de la planta de montaje para al menos la próxima década, según el ministro. Valladolid tendrá "en 2013 una producción de 100.000 vehículos al año, de los que 20.000 serán eléctricos".
El presidente de Renault España, Jean-Pierre Laurent, reconoció que Valladolid ha tenido que competir con países en los que los costes de producción eran mucho más bajos, agradeció la función de los sindicatos para llegar a un acuerdo con un alto sentido de la responsabilidad y destacó el esfuerzo de las partes para revocar el cierre de la planta de montaje, que estaba decidido para 2012.
