El Betis venció al Sanluqueño por 0-2 en su cuarto amistoso de la pretemporada, que confirmó que Julio Velázquez aún tiene mucho trabajo por delante, como por otro lado es lógico a estas alturas de verano. Pero también demostró que el poderío verdiblanco en ataque amenaza con ser brutal en una categoría carente de calidad por lo general en los últimos metros del campo. No marcó Rubén Castro y sí lo hizo Jorge Molina, de penalti, pero lo mejor para el equipo es la irrupción, cada vez más sólida y creíble, de Rennella, que con los suyos en inferioridad terminó de zanjar un mal partido, ensuciado por dos autoexpulsiones (mal Matilla) y la lesión de Vadillo. El cuarto once de la era Velázquez incluyó a los cuatro refuerzos y un nuevo esquema, distinto al tradicional 4-4-2. Con Sergio Rodríguez como enlace entre los mediocampistas y Molina, el resultado fue un 4-2-3-1 que sin embargo no proporcionó grandes frutos al conjunto ayer auriamarillo. La primera parte dejó como balance el triunfo provisional del Betis gracias a un penalti provocado por Pacheco que convirtió en gol Molina. Fue una buena internada del exjugador del Alcorcón, la única jugada individual vertical y de mérito de todo el primer tiempo. Aparte del 0-1, poco más. El Betis se hartó de tener la pelota, como era de esperar ante un rival que jugará dos categorías más abajo, pero también se hartó de moverla en horizontal, sin hallar nunca la profundidad que Velázquez trata de inculcar a sus laterales. Casado, algo descentrado tras un pique con Antonio, no centró bien en las pocas veces que subió y Molinero sólo provocó una internada que no remató Molina. El Betis quiso ser otro en la segunda parte. En los primeros minutos estuvo cerca de conseguirlo, con Rennella bastante activo aunque poco compenetrado con Rubén Castro, que acabó cogiendo bastante coraje al choque tras un par de faltas no señaladas. Sin embargo, el devenir de los acontecimientos acabó generando un partido entre horrible y sin sentido, viciado por la agresividad del Sanluqueño primero y la pésima reacción de Matilla más tarde. Una buena intervención de Adán tras un remate de Becerra (50) dio paso a la sucesión de estupideces y desgracias. La primera fue un patadón criminal de Cristian Terán a Isaac que dejó al Sanluqueño con uno menos. Sin embargo, fuera del partido como parecía estar el Betis, fueron los anfitriones quienes casi marcan. Perquis evitó dos goles con Adán superado, uno de Antonio (60) y otro de Pedro Carrión (63). Entre ocasión y ocasión, Vadillo se lesionó por una dura entrada de Dani y el árbitro no permitió que Casado volviera al césped para sustituirlo. Total, diez contra diez antes de ser diez contra nueve por cortesía de Matilla, que cerró el círculo que había abierto Cristian Terán al dar una patada a un rival. De ahí al final, con pocas conclusiones ya que extraer en un partido tan tergiversado, el Betis al menos aguantó la victoria y la agrandó por medio de Rennella, sin duda el único foco de luz en una segunda parte demasiado oscura. El delantero, que poco antes no había apuntado bien en un mano a mano con el meta, progresa a muy buen ritmo y se intuye que será muy importante en el reto del ascenso. ATLÉTICO SANLUQUEÑO: Fran; Ceballos, Pelón, Dani, Jose; Selu, Oca, Juanmi Becerra, Cristian Terán; Melo y Antonio. En la segunda parte entraron Pedro Carrión, Marcos, Alberto Rodríguez y Cristian. REAL BETIS: Dani Giménez; Molinero, Caro, Jordi, Casado; Nono, Carlos García; Cedrick, Sergio Rodríguez, Pacheco; y Jorge Molina. En la segunda parte jugaron Adán; Isaac, Bruno, Perquis, Álex . Martínez; Isuardi, Matilla, Xavi Torres, Vadillo; Rennella y Rubén Castro. Goles: 0-1, m. 23: Jorge Molina, de penalti. 0-2, m. 86: Rennella. Árbitro: Salvador Sánchez Rincón (Jerez de la Frontera). Expulsó al local Cristian Terán (54) por agredir a Isaac y al bético Matilla (71) por dar una patada a un rival. Amonestó a los locales Selu y Dani. Incidencias: Trofeo Sanlúcar Puerta de Doñana, disputado en el estadio de El Palmar ante unos 2.000 espectadores.
