Dos altos cargos indonesios dimitieron hoy por su presunta implicación en una trama de desprestigio de la agencia nacional anticorrupción, obedeciendo así las exigencias de transparencia del presidente del país, Susilo Bambang Yudhoyono.
Los afectados son el número dos y jefe de detectives de la Policía Nacional, Susno Duadji, y el adjunto al fiscal general del Estado, Abdul Hakim Ritonga, que justificaron sus renuncias por el desprestigio que causaban a sus instituciones. "He aconsejado al jefe de la Policía y al Fiscal General que suspenda de sus cargos a aquellos nombres que aparecen mencionados en las grabaciones y que sean relegados de sus funciones", aseguró Yudhoyono en un consejo de ministros, según recogieron varios medios locales.
El presidente, conocido por su lucha contra la extendida corrupción, intervino así en la puja que mantiene desde hace meses la Comisión para la Erradicación de la Corrupción (KPK) contra la Policía y la Fiscalía General, y que estaba minando su popularidad.
La sospecha de que los dos altos cargos estaban involucrados en una trama para hundir a la KPK surgió a raíz de unas grabaciones con 270 minutos de conversaciones telefónicas entre policías, fiscales y empresarios.
Estos diálogos, en los que aparecen los dos dimitidos, fueron presentados esta semana ante la justicia indonesia por la KPK para probar la existencia de un complot en su contra y para fabricar cargos contra dos de sus vicepresidentes, Chandra Hamzah y Bibit Samad Riyanto.
Estos dos responsables de la Comisión fueron detenidos por la Policía el pasado jueves, acusados de abuso de poder y extorsión, y fueron dejados en libertad el martes.
Hace dos semanas, varios periódicos y televisiones locales reprodujeron parte de las conversaciones telefónicas, aunque entonces el cuerpo policial y los fiscales las calificaron de infundadas.
Según la Policía, la investigación contra Hamzah y Riyanto comenzó en mayo, tras la detención del jefe de la agencia y zar anticorrupción de Indonesia, Antasari Azhar, acusado de planear el asesinato del presidente de una empresa estatal.
Desde su creación en 2003, la KPK ha cosechado algunos éxitos sonados y ha logrado acusar y perseguir a algunos diputados, fiscales y incluso un ex gobernador del Banco Central.
La población de Indonesia percibe a la Policía y al Parlamento como dos de las instituciones más corruptas, según las encuestas de opinión.
