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Repaso del Liverpool al Madrid en Anfield (4-0)

El Real Madrid perdió dimensión europea y se desprendió de parte del aura que le acompaña en las mágicas noches continentales en un partido que le ridiculizó. Por su parte el Villarreal venció en el infierno griego del Panathinaikos (1-2) y estará en cuartos.

el 15 sep 2009 / 23:49 h.

El Real Madrid perdió dimensión europea y se desprendió de parte del aura que le acompaña en las mágicas noches continentales en un partido que le ridiculizó y en el que sintió impotencia ante un Liverpool (4-0) intenso, ambicioso y sutil en el toque.

El equipo blanco bajó el telón de Europa ofreciendo su versión más decadente. Superado en juego y en valores por un Liverpool fresco, lúcido y de enorme precisión, que le causó una derrota de las que marcan trayectoria, de las que reclaman 'regeneración' en un club a la deriva, que no soportó el peso de Anfield ni un sólo minuto, ni siquiera de boca de su presidente.

El Real Madrid mostró un fútbol rudimentario, lento y sin movilidad en la zona ancha, con sus centrales retratados en cada disputa individual, dando patadas fruto de la impotencia. Sin ritmo de pelota, ni ubicación ni intensidad, el cuadro de Juande Ramos sufrió el aluvión local desde el inicio.

Casillas evitó, por partida doble, que el posterior desastre mayúsculo fuera manifiesto antes del quinto minuto de juego. Primero salvó un mano a mano con Torres y de inmediato despejó un trallazo de Mascherano desde la frontal. Las paradas del guardameta no apaciguaron el ánimo de un Liverpool hambriento.

Las circunstancias se aliaron además con sus intenciones y argumentos, guiados por Xabi Alonso y con un inconmensurable Gerrard. Ante un Real Madrid incapacitado, Torres adelantó al cuarto de hora al Liverpool tras sendos fallos en el despeje de Cannavaro y Pepe, siendo controvertido el apoyo que el 'niño' hizo sobre el central portugués.

Al desatino de los centrales se unió más tarde Heinze, con una posible mano dentro del área que el colegiado transformó en una pena máxima. Gerrard convirtió, poniendo imposible la eliminatoria. Ni espíritu ni historia salvaban ya a un Real Madrid torpón, empequeñecido, sin recursos ni argumentos.

El tercer tanto de Gerrard cambió por completo el partido. Le liberó de tensiones porque todo estaba decidido y convirtió uno de los envites más esperados de la competición europea en un partido que murió mucho antes de lo esperado, quizá en el Bernabéu cuando el Liverpool ya le dejó claro al Madrid que era inferior.

Un contragolpe de Dossena, a dos minutos del final, convirtiera en desolador el panorama del equipo blanco, hundido en el banquillo y sobre el césped ante un correctivo muy duro, un resultado de los que escuecen e invitan a la reflexión.

Panathinaikos 1 - Villarreal 2

El Villarreal no se dejó intimidar por el ambiente del estadio Olímpico de Atenas y venció al Panathinaikos por 1-2 para dejar el global de la eliminatoria en un 3-2 favorable que le ha dado el pase a los cuartos de final de la Liga de Campeones

El conjunto español fue de menos a más, ya que tras una primera parte en la que le costó imponer su juego, en la segunda se fue a por el partido liderado por un gran Ariel Ibagaza y hasta convertirse en el primer equipo español que ganaba al Panathinaikos en Grecia.

Aunque el Villarreal quería imponer su estilo en el centro del campo, le era prácticamente imposible conectar más de tres pases ya que no estaba cómodo sobre el campo y no terminaba de hacerse con el mando del partido ante un rival que trataba de ralentizar al máximo el juego y hacer bueno el 1-1 de la ida.

La segunda parte no pudo empezar mejor para el Villarreal, con un golazo de Ibagaza, quien con un fuerte disparo desde fuera del área, tras una gran jugada del equipo castellonense, batía a Galinovic por la escuadra.

El tanto obligaba al conjunto heleno a cambiar su estrategia de esperar al contrario. Así, de inmediato los locales se fueron al ataque y, tras una ocasión de Dimitris Salpingidis que abortó con brillantez Diego López, lograron equilibrar el marcador y la eliminatoria con un gol de cabeza de Mantzios a la salida de un córner.

Tras el tanto del Panathinaikos, el partido se quedó sin un dominador claro y con los dos equipos en busca del triunfo que le diera el pase a cuartos de final hasta que Joseba Llorente aprovechó, en el minuto 69, un pase de Ibagaza, el mejor jugador del Villarreal hoy, para establecer el 1-2 en el marcador.

El gol, que llegó tras un contragolpe muy bien ejecutado por los españoles, situaba al conjunto de Pellegrini con pie y medio en los cuartos de final, ya que obligaba a los griegos a marcar dos goles si quería seguir en el torneo.

Con el marcador a favor, el ánimo del equipo local decayó ante un Villarreal que se hizo con las riendas del partido en los veinte últimos minutos de choque y se dedicó a controlar el desesperado y poco efectivo ataque de su rival. Rossi incluso perdonó el tercero cuando lo tenía todo favor en el último minuto.

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