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Resaca

Llamo a mi madre y me dice: niño, ayer estuve hasta las tantas viendo las elecciones y me acosté mareada sin saber quién había ganado. ¡Qué lío! Mi vecino, ya caída la tarde, me comentaba: todavía no he votado y a la hora que es, me parece que no me va a dar tiempo...

el 16 sep 2009 / 04:01 h.

Llamo a mi madre y me dice: niño, ayer estuve hasta las tantas viendo las elecciones y me acosté mareada sin saber quién había ganado. ¡Qué lío! Mi vecino, ya caída la tarde, me comentaba: todavía no he votado y a la hora que es, me parece que no me va a dar tiempo. ¿Y eso? Es que llevo tres fines de semanas seguidos intentando montar un mueble de Ikea que ha comprado mi mujer el otro día. Una vez a la semana se juntan las amigas y se van p'arriba y ya ves.

Estoy amargado, cuando no me falta un tornillo, me sobra una pieza o la llave no vale. Esa cara tenía Rajoy antier noche; cara de tener un mueble y no saber ni cómo montarlo, ni dónde ponerlo, ni para qué. Es lo peor, ganar y no saber qué hacer con el premio. Como cuando te toca un muñeco gigante en la calle el Infierno, los taxistas no te dejan montarte, los niños lloran porque no quieren abandonarlo y acabas de peregrino con el muñeco a cuestas por el puente nuevo hasta Pío XII, con tu mujer y tu cuñada protestando.

Durán i Lleida que es de los más listos, saltó al ruedo inmediatamente para recomendarle al PP que presentase una moción de censura a ZP. Qué mejor ocasión para el catalán de la Franja de demostrar desde el atril parlamentario la mediocridad asaltante y dejar claro que él, ni a uno ni a otro. El PP ya ha respondido: que ZP se someta a una cuestión de confianza. ¡Qué bonito! Rajoy no quiere torear.

Ha ganado unas elecciones pero sabe dónde pierde siempre y no quiere experimentar de verdad el cambio de ciclo que dice Mayor que ya ha empezado. Arenas no lo tiene tan claro. Con los datos en la mano y con el primer aviso a los socialistas en el momento oportuno, no convence la extrapolación que los afectos hacen del voto europeo para asaltar al régimen. Y Sevilla. Retratando esconchaos, bancos rotos y travistiéndose de bético no se gana la Casa Grande. Eso dicen los datos extrapolados por los otros afectos. El alcalde ha sacado una foto de la topografía política de Sevilla bien sugerente. Todo en orden, menos en la Costa Azul, de las Gaviotas o Barrio de los Caídos que de todo le llaman.

Licenciado en Derecho y Antropología

aroca.javier@gmail.com

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