La mañana del día de Navidad amaneció en la séptima planta del número 14 de la plaza del Obradoiro, en el Parque Alcosa, con un "humo negro", asfixiante, y llamas, "muchas llamas".
Eran las 6.30 horas y en el piso de Manuel Marcallo se había originado un fuego que todavía no se sabe cómo se originó. Él cuenta que su familia -su mujer y sus dos hijos- hizo lo que todos los años: "Cenar, ver algo en la tele e irnos a dormir". Los cuatro salieron ilesos gracias a la intervención de los bomberos.
El incendio, "de una gran virulencia y dificultad" como se aprecia en los restos que aparecen en la fotografía y en las huellas del paso del fuego en el portal todavía en la tarde de ayer, comenzó sobre las 6.30 horas por causas que se desconocen, aunque tuvo su origen en la cocina del domicilio, en la última planta del edificio, un séptimo, localizado a uno de los lados de la avenida Ciudad de Chiva.
Los bomberos lograron penetrar en la vivienda, donde tres de los miembros de la familia Marcallo -el matrimonio y uno de los hijos- habían quedado rodeados por las llamas.
La angustia se acrecentó porque desconocían dónde se encontraba el otro hijo de la pareja, que tuvo que ser finalmente rescatado de una ventana, donde se encontraba encaramado, huyendo del fuego y la humareda y "al borde de las fuerzas", según señalaron las mismas fuentes municipales.
Aunque los cuatro resultaron ilesos, tuvieron que ser atendidos por inhalación de humo. El que tuvo peor suerte fue uno de los bomberos, de 26 años, que accedió a la vivienda para rescatar a los tres miembros que se hallaban cercados por las llamas. El bombero tuvo que cruzar la línea de fuego, lo que le provocó quemaduras de primer y segundo grado en la espalda y antebrazos de las que se recupera en su casa.
La Policía Nacional, la Policía Local, los bomberos del Ayuntamiento y la Empresa Pública de Emergencias Sanitarias (EPES) 061 movilizaron un dispositivo de emergencia que, de forma preventiva, desalojó a los vecinos del bloque siniestrado, mientras los bomberos accedieron a la vivienda en la que se había declarado el incendio.
Aunque la vivienda en la que se declaró el fuego está bastante afectada, los técnicos de los cuerpos de seguridad comprobaron el estado del edificio y permitieron al resto de los vecinos regresar a sus pisos.
A mediodía de ayer, cuando en la mayoría de las casas se disfrutaba de la comida de Navidad, en el número 14 de la plaza del Obradoiro, a pesar de ser un edificio con más de una treintena de viviendas, costaba encontrar a algún vecino que contara el susto pasado.
Una pareja de jóvenes, que salía del portal donde todavía se apreciaban cascotes y restos de las persianas quemadas en el jardín de la entrada al inmueble, se habían enterado de los detalles por televisión: "Cuando llegamos esta mañana vimos los restos, pero poco más". Otra de las vecinas contaba que al principio pensó que el "jaleo por la escalera era alguno que llegaba de marcha. Luego pasó todo muy rápido. Menos mal que ha sido un susto, pero en muy mal día".
