Un dispositivo de bomberos y de la Policía Local de La Rinconada rescató ayer por la mañana a una vecina, de 62 años, y a su hijo, de 32, de un pozo de su propiedad al que cayó la primera y acudió en auxilio el segundo. La mujer fue ingresada en el hospital de Bormujos, si bien su estado no reviste gravedad.
Poco antes del mediodía, la Policía Local de La Rinconada recibió la llamada alertando de la caída a un pozo de dos personas. Según pudieron conocer luego los agentes, la mujer se precipitó accidentalmente al foso, de unos 12 metros de profundidad, donde pudo permanecer en torno a 15 minutos parcialmente sumergida en el agua hasta que su hijo y su marido notaron la ausencia y oyeron los gritos de auxilio.
Descubierto el incidente, el hijo bajó hasta el fondo del pozo para atender a la madre -ya que es médico- y acompañarla hasta que llegaran los efectivos de rescate. De hecho, una vez que bajó a la oquedad comprobó que él tampoco podía subir por sus propios medios, por lo cual los bomberos tuvieron que rescatar a ambos del fondo de este pozo, situado en la vivienda de la calle Rosal, 1, propiedad de la familia.
Un equipo del parque de bomberos del municipio, una ambulancia del 061 y un patrullero de la Policía Local desplegaron el operativo y en el plazo de 10 minutos sacaron a la mujer. Pese a la caída, esta no sufrió lesiones graves, más allá de las magulladuras inevitables por el incidente.
No obstante, su hijo, que resultó ileso pese al tiempo que permaneció en el fondo de la oquedad, recomendó que su madre fuera llevada al hospital donde trabaja, con el fin de que le fueran tratadas las heridas y que se le realizara un estudio por si tenía alguna otra lesión.
