Los restos del poblado prerromano desenterrados a finales de julio en una obra particular en la calle Arco de Belén estarán a disposición de los expertos para su estudio en el museo histórico local. Técnicos de éste, llevan una semana sacando un molde de una cabaña para reproducirla.
Y pueden estar al menos otras dos semanas más elaborando el molde para luego construir la réplica de la choza que será utilizada como elemento de estudio de una época - los siglos VI a VII antes de Cristo - de la que no abundan los vestigios históricos.
Según fuentes municipales, la intención inicial es extraer un molde - de silicona primero y de fibra de vidrio después - de una de las casas de adobe y elaborar, a su vez, una réplica de los muros de una de las cabañas desenterradas en la casa en obras.
No se descarta que esa réplcia pueda utilizarse como elemento para atraer visitantes al museo, exponiendo al público una reconstrucción de la cabaña turdetana o tartésica - los expertos aún no se han puesto de acuerdo sobre su origen - similar a la encontrada en el Arco de Belén.
Los expertos calculan que el hallazgo puede ser parte del poblado original de los primeros habitantes de la ciudad.