Gracias a la labor de José Ramón Morilla, un artesano del municipio, la pieza luce ya como valiosa herencia para los habitantes del pueblo. El artesano explicó que, para obtener una exitosa y fiel recuperación de la vara, utilizó "materiales muy precisos y costosos". En primer lugar, para poder proceder a su reparación, la vara fue lijada con una lima fina, obviando las partes golpeadas para no estropearlas más todavía. En segundo lugar, según detalló el artesano, el bastón de mando pasó por un proceso de decapación, donde se eliminaron los revestimientos de pintura y barnices antiguos que habían servido para afear su aspecto y ocultar su auténtico valor. Para finalizar, le aplicó un barnizado con brocha fina, "que aporta el brillo y la protección necesarios para la perfecta conservación", siempre manejando productos compatibles con la madera de caña de indias procedente de América, material con el que está fabricado el pequeño tesoro.
Cordonería Alba, enclavada en la capital hispalense, fue la encargada de colocar el broche final a la rehabilitación, incorporando el cordón y los borlones dorados acordes al nuevo estilo de la vara.
El proceso de restauración fue reconducido y gestionado por José Vázquez Mariscal, hermano mayor de la Hermandad del Rocío, según informaron desde el Ayuntamiento de Bormujos.
La alcaldesa, que se mostró orgullosa y satisfecha con el trabajo realizado, expuso que decidió invertir en la vara cuando llegó a sus manos porque sabe que "tiene un valor patrimonial incalculable". Resaltó así que tras la restauración luce ya con todo su resplandor artístico y sobre todo incide en que es "un legado sentimental para los vecinos".
Lo que no sabe aclarar la alcaldesa ni el resto de las autoridades municipales es dónde encontraron la pieza y se decidieron a su restauración después de haber pasado por tantas manos mandato tras mandato.