Castigo a los dos grandes partidos

Los ‘populares’ consiguen el triunfo con 16 escaños, ocho menos que en 2009. El PSOE vuelven a caer perdiendo 9 y no logran aprovechar el desgaste del Gobierno. zquierda Plural, Podemos y UPyD se benefician del fin del bipartidismo.

el 25 may 2014 / 23:13 h.

ELECCIONES-2014-600   El cabeza de lista del PP en las elecciones europeas, Miguel Arias Cañete, junto a la secretaria general del partido, María Dolores de Cospedal, comparece esta noche en la sede del partido, en Madrid, tras conocer los resultados de las elecciones al Parlamento Europeo. EFE/Alberto Martín El cabeza de lista del PP en las elecciones europeas, Miguel Arias Cañete, junto a la secretaria general del partido, María Dolores de Cospedal, comparece esta noche en la sede del partido, en Madrid, tras conocer los resultados de las elecciones al Parlamento Europeo. EFE/Alberto Martín   Dicen que en las noches electorales, todos ganan. De hecho, solo hace falta oír las valoraciones de los líderes políticos, de cualquier color, después de conocerse los datos. Sin embargo, en los comicios para el Parlamento Europeo celebrados ayer sí hubo un derrotado evidente: el bipartidismo. Las dos grandes formaciones nacionales, PP y PSOE, recibieron el castigo más severo que se recuerda en una cita con las urnas, al no sumar entre ambos ni la mitad de los votos emitidos. Los populares ganaron, con 16 escaños, mientras que los socialistas lograron 14, pero ambos se dejaron 17 representantes por el camino, en comparación con las anteriores elecciones continentales celebradas en 2009. Un aviso para navegantes cuando queda, en principio, año y medio para las elecciones generales. El descalabro de los grandes sirvió, además, para que los minoritarios, tan criticados por los cabezas de lista de Génova y Ferraz, Miguel Arias Cañete y Elena Valenciano, recibieran el respaldo de la ciudadanía. Así, con una participación del 45,85 por ciento, frente al 44,9 por ciento de hace cinco años, Izquierda Plural se colocó como la tercera fuerza más votada, al lograr un 9,99 por ciento de los sufragios. De esta manera, la formación liderada en estas elecciones por Willy Meyer, pasó de dos a seis escaños. La gran sorpresa del resultado electoral la dio la recién creada Podemos, cuya cabeza visible es el profesor universitario y tertuliano Pablo Iglesias, que recibió un 7,95 por ciento de los votos e irrumpe en el Parlamento Europeo con cinco representantes. Destacó, sobre todo, su éxito en Madrid, donde se convirtió en la tercera fuerza con más respaldo solo por detrás de los dos grandes. «Nacimos para ir a por todas y nuestro desafío es convertirnos en alternativa», aseguró el número uno de la lista, mientras militantes y simpatizantes coreaban el ya mítico «Sí se puede». Por su parte, UPyD, con el 6,46 por ciento, consiguió aumentar su presencia en Bruselas de uno a cuatro eurodiputados, mientras Coalición por Europa (formada por CiU, PNV y Coalicción Canaria) logró pasar de dos a tres escaños con un 5,45 por ciento de los votos. Además, ERC, con un 4,08 por ciento de votos, obtuvo dos representantes (desde 2009 compartía uno con BNG y Aralar). Ciudadanos, que debutaban también en una cita como ésta, entra en la Eurocámara al alcanzar los votos suficientes para sumar dos diputados. Asimismo, estarán en el Parlamento continental, los Pueblos Deciden, la candidatura encabezada por Bildu y BNG, que consiguió un escaño (en 2009 el abertzale Iniciativa Internacionalista no obtuvo escaño). También un representante en Bruselas tendrá Primavera Europea (lista formada por miembros de Equo, Compromís y CHA). No consiguió representante Vox, la nueva formación liderada por el exdirigente popular Alejo Vidal Quadras, pese a lograr el apoyo de 244.168 ciudadanos en su primera cita con las urnas. Así, todas las formaciones mejoraron sus resultados en los comicios europeos excepto PP y PSOE, precisamente los dos partido que han gobernado y gestionado la crisis económica. Una circunstancia que parece señalar el final de la hegemonía absoluta que han tenido populares y socialistas desde la Transición. El PP y su presidente, Mariano Rajoy, pretendían que los comicios sirviesen de respaldo a sus políticas económicas, pero los populares, con algo más de 4,06 millones de votos, se dejaron 2,6 millones de apoyos desde las últimas europeas, en las que ganaron con un 42,12 por ciento de los votos, y 6,8 millones desde las generales de noviembre de 2011. «De los grandes países europeos, junto con Alemania, es España el único país donde el partido que apoya al Gobierno ha ganado las elecciones», celebró, pese a todo, la número dos del PP, María Dolores de Cospedal. No obstante, el desgaste del partido del Ejecutivo no benefició al PSOE, que también perdió más de 2,5 millones de sufragios desde las anteriores europeas (3,4 millones desde las últimas generales) y hunde aún más su suelo electoral. Por ello, la cabeza de lista de Ferraz al Parlamento Europeo, Elena Valenciano reconoció que los resultados eran «malos» para los socialistas. «No estamos satisfechos», señaló, antes de anunciar la necesidad de llevar a cabo una reflexión. No hay que olvidar que durante la campaña el propio líder de la formación, Alfredo Pérez Rubalcaba, relacionó su futuro político a los comicios europeos por lo que la «reflexión» que anunció la candidata progresista podría tener que ver con las primarias. Hasta ahora, el peor dato conjunto de PP y PSOE era el 60,98 por ciento de las elecciones europeas de 1989. Desde aquel año, que fue cuando los populares lograron su peor resultado en las urnas, la suma de los dos grandes partidos fue creciendo paulatinamente en los comicios para la Eurocámara hasta copar el 84,87 por ciento de los votos válidos de 2004, lo que supuso la cúspide del bipartidismo en nuestro país. En generales, el PP y el PSOE recibieron ocho de cada diez votos en las citas de 2004 y 2008, si bien, en noviembre de 2011, los dos grandes partidos retrocedieron hasta sumar el 73,39 por ciento de las papeletas.   APOYO REGIONAL. Por comunidades, el PP mantuvo su dominio en lugares tradicionales como la Comunidad Valenciana, Castilla y León o Madrid, aunque con un considerable descenso de votos, en la que se puede considerar como la primera etapa de todas las fuerzas políticas en la carrera hacia los comicios municipales y autonómicos de mayo de 2015. De hecho, en la región gobernada por Ignacio González la abstención fue la gran vencedora, pese a los esfuerzos de los partidos políticos por animar a la participación, en una jornada electoral que estuvo marcada por los festejos por la victoria del Real Madrid en la final de Champions. El PSOE, por su parte, solo se llevó la alegría de Andalucía, que siguió apoyando a los socialistas, aunque de manera menos mayoritaria que en otras elecciones. En Cataluña, donde la participación se disparó hasta el 47,63 por ciento, 10,69 puntos más que en 2009, los partidos defensores de la consulta soberanista (CiU, ERC e ICV-EUiA) alcanzaron un 55,81 por ciento de los votos, lo que sirvió al presidente de la Generalitat, Artur Mas, para proclamar que no habrá «ni un paso atrás» en este objetivo. Sin embargo, su partido, CiU, se vio superado por ERC, que se convirtió en la primera fuerza en la comunidad, con un 23,67 por ciento de los apoyos frente al 21,86 de los convergentes. El PSC se mantuvo como tercera opción, pero se hundió hasta el 14,28 por ciento de los votos, ligeramente por debajo de las autonómicas de 2012. elecciones-cuadro

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