La Consejería de Agricultura ha inmovilizado 17.400 kilos de embutidos y otras piezas (jamón, paleta y caña de lomo) que una empresa sevillana tenía a la venta sin cumplir con las normas de calidad establecidas en el Real Decreto 1469/2007, y que presentaba defectos en el etiquetado. En muchos casos, estaban a punto de ser vendidos como productos ibéricos cuando en realidad no lo eran.
La mercancía fue detectada en una empresa ubicada en el Polígono El Pino durante una inspección rutinaria de la Policía Local, que informó a la Junta y a la Delegación de Salud y Consumo del Ayuntamiento de las infracciones detectadas, entre ellas que los productos no reúnen los requisitos exigidos para comercializarlos como ibéricos. En concreto, se trata de productos cárnicos de cerdo blanco procedentes de Italia, que estaban etiquetados como ibéricos, pese a no cumplir con las condiciones de calidad requeridas para ser considerados productos ibéricos, según explicó ayer la Junta de Andalucía a través de un comunicado.
Técnicos de la Junta e inspectores del laboratorio municipal llevan tres días cogiendo muestras de estas 17 toneladas de productos cárnicos -ocho o nueve contenedores llenos- para determinar la gravedad de la infracción, según explicó la concejal de Salud y Consumo, Teresa Florido. Todo parece indicar que no suponen ningún riesgo para la salud, pero serán los resultados de los análisis que se están realizando los que aclaren si los productos están en buen estado -en cuyo caso la infracción consistiría únicamente en la manipulación de las etiquetas- o si sufren algún problema sanitario, lo que agravaría la falta. El Ayuntamiento confía en tener esos resultados hoy mismo.
Según el protocolo de actuación, si la carne fuese defectuosa sería destruida, mientras que si está en buen estado podría ser cedida al Banco de Alimentos para su distribución a entidades benéficas, una práctica habitual tras la incautación de alimentos por motivos administrativos.
Los técnicos también deberán verificar si la empresa ha podido vender mercancía antes de que la partida fuera detectada, aunque fuentes municipales aseguran que no es probable porque el envío parecía recién llegado a las naves.
En la misma intervención, la Junta ha ordenado la destrucción de 1.600 kilos de productos por diferentes incumplimientos sanitarios y ha detectado otros problemas de etiquetado. Al margen de lo que ocurra con la carne, la Junta enviará un informe a la Delegación de Agricultura para iniciar un proceso sancionador contra la distribuidora, que puede acabar en una multa o, si la gravedad es extrema, con la retirada de la licencia del negocio.
La concejal de Salud y Consumo afirmó ayer que se trata de la mayor incautación de alimentos de los últimos años, al menos durante los tres que ella misma ha dirigido este área. "Durante la Feria y la Semana Santa se detectan muchos inmaduros y productos sin licencia, pero a muchos vendedores. Yo no recuerdo que se le haya decomisado tanto peso a un solo vendedor", afirmó, antes de insistir en que no hay riesgo sanitario en esta infracción.
Facua pide el nombre.
La federación de consumidores Facua exigió a las autoridades que haga públicos los nombres de las empresas afectadas, tanto la sevillana que comercializaba los embutidos como la italiana de la que procedían. Su portavoz, Rubén Sánchez, afirmó que llevan años trasladando a la Junta la necesidad de informar sobre cualquier producto que incumpla las leyes de alimentación "para garantizar la protección de los intereses de los consumidores, a nivel económico y sanitario".
