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Retoques y quejas del primer día

Las dos últimas paradas de la línea 1 del Metro de Sevilla, Pablo de Olavide y Condequinto, son las menos demandadas, según la empresa, así que uno de cada dos trenes no llegan a estas dos estaciones. Según los responsables del suburbano, la razón es que de esta forma se regula la frecuencia de paso, la mitad de los trenes hacen un recorrido más largo y la otra mitad, otro más corto.

el 16 sep 2009 / 00:52 h.

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"Es el bucle ferroviario, es el sistema que se ha implantado desde el principio para lograr un buen servicio", apuntaron las fuentes consultadas. Sin embargo, los vecinos de Condequinto y los estudiantes de la Universidad Pablo de Olavide no están nada contentos.

Hasta ayer la megafonía de muchas estaciones no avisaba de que algunos trenes no hacen el recorrido completo, así que más de un viajero se enteró ya montado en el tren. Entonces, la solución es bajarse en Cocheras, cambiar de andén y esperar al siguiente. "Se pierde unos cinco minutos sólo, pero es molesto. Deberían avisarlo antes de subir a los trenes porque si no te interesa ése, esperas al siguiente", comentó Ramón, uno de los afectados. No obstante, donde sí se indica si el trayecto termina con Cocheras o en Condequinto es en las pantallas informativas de los andenes.

parones. La única incidencia destacable en la mañana de ayer fue el parón de un tren sobre las 12.00 a la altura de la Puerta de Jerez. Algunos de los afectados aseguraron que el vehículo no circuló durante más de 20 minutos, pero la Junta indicó que la parada duró no más de un cuarto de hora. Los viajeros no abandonaron su vagones y el problema se resolvió sobre la marcha, pero, eso sí, con un retraso que afectó a otros trenes, por ejemplo, los que circulaban por Plaza de Cuba y Parque de los Príncipes. Metro de Sevilla no concretó cuántos. "El propio conductor nos dijo que no pasaba nada, que era una revisión de rutina. Al poco tiempo volvió a la cabina y arrancó el tren. No nos bajaron, pero había gente nerviosa", comentó uno de los viajeros.

máquinas. Otra de las quejas más frecuentes que se escuchaban ayer en el Metro era por el mal funcionamiento de las máquinas. En estaciones como la de la Gran Plaza, los operarios se afanaban en retocar tanto las expendedoras como los sistemas de acceso. Por culpa de las tarjetas, las anécdotas se repetían ayer.

En Cocheras, una joven no podía salir por un problema con su tarjeta. Entró en la línea 1 con una amiga, validaron las dos con la misma tarjeta, pero su acompañante se fue antes y, al salir, la máquina debió registrarle dos salidas, en vez de una. Después la joven que se quedó dentro se montó en el tren hasta Cocheras. "Hay gente que pasa la tarjeta con el lector más de una vez y lo que hace es que se pique dos veces. Por eso ella ahora no puede salir. El sistema dice que ya salió", aseguraba un revisor.

megafonía. Otro de los puntos a mejorar es la megafonía. En muchas estaciones no funciona y en algunos trenes es como el Guadiana, va y viene.

colegio. Los padres del colegio Vara del Rey de Tablada exigieron ayer a la Junta y al Ayuntamiento de Sevilla que les garantice la seguridad del centro ante su cercanía al paso de la línea 1.

Un portavoz de los afectados, Javier Gómez, explicó a Europa Press que el Metro pasa "justo detrás del colegio", por lo que se sienten "muy alarmados" ante la posibilidad de que "se produzca un descarrilamiento en la curva al final de la bajada desde San Juan que arrasaría con el patio del centro", al que acuden a diario unos 250 niños de entre tres y cinco años.

Además, apuntó que hay "problemas de ruido y se notan las vibraciones", a lo que añadió que "en el muro de separación entre el colegio y las vías, de 40 centímetro de grosor, han aparecido grietas", circunstancia que incrementa la "intranquilidad" de los padres, dijo. Con todo, la línea 1 seguía dando servicio ayer con normalidad y con una gran afluencia de viajeros.

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