El cine Jáuregui se convirtió en prisión por orden de Queipo de Llano en 1936. Los presos, los rojos, se movían, humillados y torturados, por sus pasillos y butacas. Entre ellos estaba Blas Infante, quien tras ocho días de encierro salió para morir en una zanja. Ayer los andalucistas recordaron su figura allí donde lo encerró el odio.
Dicen los testimonios de aquel agosto que los vecinos, aún con el corazón encogido por las consecuencias del levantamiento fascista que tan rápido cuajó en Sevilla, algunos vecinos iban a la plaza Jerónimo de Córdoba a ver su película. Entonces pegaba fuerte Rosario, la cortijera, con Estrellita Castro. Cuando los alzados invadieron el edificio y lo hizo prisión, las carteleras y los programas de mano comenzaron a mezclarse con la sangre, el hambre, la impotencia. Blas Infante fue llevado allí un 2 de agosto y salió ocho días más tarde, en una camioneta, hasta el kilómetro cuatro de la antigua carretera de Carmona. Allí, dicen que un jovenzuelo falangista, lo mataron a tiros.
Cuatro años después de su muerto se emitió su sentencia de muerte (paradojas de la guerra). Esa sentencia aún no se ha anulado, pese a que hace dos años el Parlamento andaluz en pleno prometió instar al Gobierno central para que intercediera ante el Tribunal Supremo. Pero nada. Por eso ayer una centena de andalucistas, convocados por varias organizaciones políticas y sindicales (PA, CUT-BAI, SAT, PSA, BNA y Juventudes Andalucistas), rompieron simbólicamente la sentencia ante el maldito Jáuregui, que hoy alberga un supermercado, un centro de estética y un piso en venta. Era su homenaje cuando se cumplen 73 años de su desaparición.
El nieto de Infante, Estanislao Naranjo Infante, denunció la "ilegalidad" de aquella orden, que se emitió con carácter retroactivo. "Es una infamia jurídica", censuró. Juan Manuel Sánchez Gordillo (CUT) y Diego Cañamero (SAT) exigieron "vigor" a los andalucistas para "no dejar morir" la lucha de Infante como, sostienen, ha hecho la Junta. Pilar González (PA) dijo antes de descubrir una placa-pegatina en el cine que el "silencio" y el "miedo" que sufrió en este lugar de la Puerta Osario debe servir para "mantener vivo su ideal, como las utopías como la andalucista, que cuando son de nacimiento no se pueden rechazar".
En el parlamento. A mediodía de hoy, además, el presidente de la Junta, José Antonio Griñán, y la presidenta de la Cámara, Fuensanta Coves, presidirán en el Parlamento el acto formal de homenaje al padre de la patria andaluza en el que se hará una ofrenda floral ante su busto, recién ubicado a pocos metros de la entrada del salón de plenos.
Tras esta ofrenda, dos de sus biznietos, Francisco y María Delmás, leerán fragmentos de sus obras y la Banda Municipal de Cantillana (el primer destino laboral del notario de Casares) tocará el himno. El PP ha criticado que no se haga un pleno extraordinario en su honor.
