Los 23 aficionados acusados de injurias y amenazas por el propio Manuel Ruiz de Lopera han quedado absueltos del supuesto delito por falta de pruebas, pues el denunciante realizó una acusación genérica que sólo se vio corroborada por un escolta contratado por él mismo y que en la fecha de la vista previa llegó a decir que las cámaras de seguridad no funcionaban de forma correcta el día de los incidentes.
Según informaron fuentes de la defensa, desde el jueves se conoce la sentencia absolutoria de las peticiones de sanción económica y penal, que admite recurso y se basa en que los presuntos delitos que se imputaban a los denunciados no han quedado probados de forma visual y que, además, los testimonios realizados por la parte denunciante carecían de sentido cronológico.
El abogado Cayetano García de la Borbolla, uno de los denunciados por el consejero delegado verdiblanco, ha dicho que la juez basa su absolución en que la única prueba contra los acusados fue el propio testimonio de Lopera, que sólo hizo una acusación genérica en el sentido de que los procesados solían manifestarse ante su vivienda, y la de su escolta, que es una persona contratada por él y que, por otra parte, no dio detalles de lo que supuestamente sucedía cada semana.
Aunque inicialmente se sentaron en el banquillo 23 integrantes de la plataforma Por nuestro Betis, finalmente el abogado de Lopera sólo mantuvo la acusación contra 16 de ellos, para los que pidió a cada uno una multa de 15 días con cuota diaria de 20 euros.
El letrado que defendió a Lopera, el consejero y jefe de los servicios jurídicos del Betis, Manuel Castaño, manifestó no tener todavía constancia de la sentencia y se abstuvo, por consiguiente, de hacer valoraciones.
"Hasta que no se conozca no vamos a decir nada", dijo. Aunque sí se pronunció en la radio oficial del club, donde a través del director de comunicación de la entidad anticipó que recurrirá la sentencia, que aún no es firme y que admite recurso en las próximas fechas.
El juicio de faltas se celebró el pasado 22 de octubre y en él Lopera ratificó su denuncia porque los acusados se concentraron todos los miércoles durante un año frente a su vivienda, situada en la calle Jabugo, con amenazas de muerte y sin dejarle "salir de su casa" a partir de las 18:00 horas.
En su declaración ante el juez, Lopera afirmó que identifica perfectamente a los denunciados, que le insultaban con palabras como "cabrón, hijo de puta o golfo", intentaban meterse en su vivienda y le amenazaban de muerte y con golpearle, lo que le obligaba a recogerse a las 6 de la tarde y no volver a salir.
Además, y después de que algunos de los acusados dijera que en una de las ocasiones no profirieron insultos hacia el máximo accionista, sino que, al tratarse de una concentración el 23 de diciembre, cantaban villancicos con letras irónicas, Lopera atacó a los presentes aquella tarde en la sala de los juzgados.
Un show
"¿Cómo van a cantar villancicos si me querían matar? Esta gente no canta ni en misa", llegó a decir el del Fontanal a la juez en una sala en la que más de uno soltó una carcajada.
Aunque Lopera extendió su denuncia a todo un año, la juez dejó constancia de que sólo se enjuiciaban los insultos proferidos el 23 de diciembre de 2008, cuando los manifestantes fueron identificados por la Policía.
Ahora, el jefe de los servicios jurídicos del club y encargado de llevar el caso, Manuel Castaño, ya prepara el recurso a presentar en el momento en el que la juez le haga llegar la sentencia.
