Más de 10.000 personas salieron a la calle en el condado de Weng, al sur de China, en protesta por la muerte de una niña cuyo cadáver se halló río. La indignación estalló cuando las autoridades locales declararon que la menor se cayó sola al agua. La versión extendida entre los habitantes de la zona es que el sobrino de un autoridad local la ha asesinado.
"Los ciudadanos estaban muy muy enfadados por la injusicia cometida por las autoridades locales", declaró un funcionario de la zona apellidado Huang. "Cerca de 10.000 personas corrieron al lugar y arrasaron la sede local del partido, así como otros edificios del Gobierno", añadió. "También quemaron unos 20 vehículos, incluyendo coches de policía". Algunas informaciones situaban a algunos escolares al frente de estos disturbios.
El gobierno local ofreció a la familia una compensación de 3.000 yuanes (276 euros), que subió a 30.000 (2.760 euros) al poco tiempo. Por otro lado, los habitantes del condado también han donado dinero a la familia de la víctima.
