El jugador del Sevilla José Antonio Reyes mostró este lunes su felicidad tras la victoria conseguida (4-0) ante el Betis, en el derbi andaluz, y aseguró que toda la afición nervionense "merecía esta alegría" después del irregular comienzo de temporada, además de reconocer que se le puso la piel de gallina cuando fue sustituido.
"Por momentos así, cuando me cambiaron, te sientes feliz de ser jugador. Cuando salí todos estaban de pie coreando mi nombre, y se me puso la piel de gallina. Son cosas que no se olvidan", manifestó el de Utrera en declaraciones a la radio del club.
El extremo se sintió feliz al conocer que jugaría de inicio. "Emery nos dijo el equipo por la mañana. Antes de saberlo ya tenía muchas ganas por lo que significa el derbi para nosotros, y el equipo estaba motivado. Cuando supe que jugaría me sentía seguro y sabía que tenía que darlo todo, porque el equipo lo necesitaba y el sevillismo merecía esta alegría", comentó.
Además, Reyes --que fue uno de los destacados-- rememoró el tanto del 1-0, que volvió a ser muy tempranero. "El balón viene de un rechace, un despeje de ellos. En ese momento vi que Bacca se quedaba solo y cuando me llegó, intenté dársela. El pase salió bien, pero la definición, que era lo más importante, fue perfecta", añadió.
"Empezamos casi igual y terminamos de la misma manera. Lo importante era la victoria, fuese con el resultado que fuese. Significa mucho. Hacía un año y pico que no ganábamos dos consecutivos y esas rachas había que irlas rompiendo", espetó.
Por último, Reyes admitió que el vestuario del Sevilla era "todo era alegría, felicidad y bromas". "Pero ahora queremos que todo esto continúe porque no se puede quedar solo en ganarle al Betis. Nos hacía falta ya un partido bueno en líneas generales. Estuvimos siempre presionando, sin dejarles jugar ni salir de su campo", dijo el andaluz, que personalmente se sintió "muy bien". "No estaba jugando mucho después de una lesión de casi tres meses, pero ayer cambió todo", zanjó.
