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Reyes se cita con el recuerdo de una tarde de pañuelos

El utrerano firmó ante el Valladolid uno de los goles más bellos de su carrera, del que se cumplen 11 años.

el 01 dic 2012 / 22:26 h.

José Antonio Reyes Calderón nunca olvidará aquel 25 de noviembre de 2001. Ese día, el Sevilla, con el que apenas había disputado un puñado de partidos tras deslumbrar a propios y extraños en el calor de la pretemporada, El Niño se salió. Tal como sucederá ahora, el rival del Sevilla era el Valladolid, por aquel entonces con jugadores en sus filas como Ricardo, Marcos, Jesús Sánchez, Fernando Sales, Tote, Eusebio o Luis García. Pero Reyes, en una de las mejores tardes que ha dado, no tuvo piedad de ellos y los desarboló con su fútbol.

Para empezar, el utrerano, con sólo 18 años de edad, provocó un penalti al ser derribado cuando se internaba por un costado del área. Moisés se encargó de transformarlo. Era el 1-0 y con ese marcador se retiró el equipo, entonces dirigido por Joaquín Caparrós, a vestuarios.

La actuación de Reyes había resultado providencial para un Sevilla que por aquellos tiempos saboreaba su regreso a Primera. Era el Sevilla de los Notario, Javi Navarro, Pablo Alfaro, David Castedo, Paco Gallardo, Casquero, Podestá, Prieto, Moisés, Víctor Salas, Toedtli y Fredi, entre otros. Todos ellos sabían bien de lo que era capaz Reyes, ese chaval criado en la ciudad deportiva llamado a ser futbolista importante.

Pese a conocer las cualidades del joven utrerano, todos ellos se quedaron boquiabiertos cuando, en la reanudación del encuentro, Reyes cogió la pelota en el centro del campo y empezó a sortear rivales. Uno, dos, tres... y gol. Nervión estalló tras ver cómo batía al portero de disparo cruzado trar dejar atrás a todo aquel que le salió al paso. Su velocidad, su cambio de ritmo y la ejecución de la jugaba, plena de fuerza y determinación, hicieron que los aficionados premiasen su genialidad con pañuelos. Una tarde, sin duda, para recordar que ahora se desempolva gracias a la visita del conjunto pucelano.

Temporada ‘top'. Mucho ha llovido desde entonces. Once años, ni más ni menos, para un jugador que aquella campaña 2001/02 firmó sus mejores números: 8 goles en 29 partidos. Una más tarde, Reyes alcanzaba de nuevo esa misma cifra de goles, su registro más alto en Primera, esta vez tras disputar 34 choques.

Aquel gol al Valladolid dio la vuelta al mundo. Entre otras cosas, por la celebración del bueno de Paco Gallardo, con aquel mordisco al utrerano en las partes nobles por encima del calzón que algunos utilizaron de forma equivocada cuando en realidad el gesto del extremo de Bellavista sólo ensalzaba el golazo de su compañero.

Las buenas actuaciones de Reyes, en cualquier caso, no quedaron ahí, como demuestran sus registros goleadores, su fútbol desequilibrante, eléctrico... "De todos los futbolistas que yo he tenido, lo que le he visto hacer a Reyes no se lo he visto hacer a nadie; sólo a Messi. El Reyes que todo el mundo conocemos es un portento físico y técnico, un talento del fútbol. Estoy seguro de que volverá a ser el del principio", comentó meses atrás Joaquín Caparrós, el técnico que le dio la oportunidad de demostrar sus enormes cualidades.

Arsenal, Benfica, Real Madrid y Atlético apostaron por él antes de que el club de Nervión, el pasado invierno, le recuperase para la causa. Por el momento, las buenas actuaciones de Reyes en esta segunda etapa en el Sevilla se cuentan con los dedos de una mano. El derbi, firmando dos tantos y sirviendo otro, fue la más brillante, sin duda. Ahora, sin Rakitic ni Negredo, todo hace indicar que el utrerano volverá al once inicial para jugar de media punta por el centro frente al Valladolid. Una buena ocasión para demostrar que quien tuvo, retuvo.

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