Con camisa azul oscuro de la marca del Sevilla FC, tatuajes en ambas muñecas y una "sonrisa de oreja a oreja" apareció José Antonio Reyes en la sala de prensa del estadio Ramón Sánchez Pizjuán de la mano del presidente de la entidad y del subdirector general deportivo, José María del Nido y Monchi, respectivamente. Hacía ocho años de la última vez que estuvo en Nervión como jugador del Sevilla. Como sevillista ha seguido viniendo aunque vistiera otras camisetas. "Vengo a ganar títulos. Para mí es una gran motivación levantar un título con el Sevilla. Este es un club grande y ambicioso y si con 28 años que tengo alguien puede pensar que vengo aquí a retirarme es un loco", fue hilando el zurdo de Utrera en sucesivas respuestas justo después de posar para la foto junto al presidente del club con la camiseta número 21 del equipo al que pertenecerá hasta junio de 2015 y delante del mensaje elegido para la ocasión: "Feliz Día de Reyes para todos los sevillistas".
En estos ocho años de exilio, a Reyes no le ha ido nada mal, aunque con su extraordinaria calidad tal vez se esperara más. Fue el primer jugador español en ganar la Premier League inglesa, casi recién aterrizado en el Arsenal tras su salida del Sevilla en el mercado invernal de la 2003-2004 a cambio de 20 millones de euros. "Fue una decisión dura, contraria a lo que el corazón nos dictaba, pero necesaria para el futuro de la sociedad. Desde que se fue ha sido el jugador que siempre hemos querido que regresara", dijo Del Nido, quien puso especial énfasis en subrayar que José Antonio Reyes viene de vuelta pero "para triunfar. Lo hará seguro, apuesten por ello"."Sin su voluntad no estaría aquí hoy, sin su voluntad y sin su cartera, porque ha renunciado a mucho dinero por venir al Sevilla" apuntó el presidente, al que el propio Reyes añadió: "prefiero perdonar dinero y ponerme esta camiseta que no perdonarlo y no estar"."Para que un jugador rinda y triunfe debe tener tres condiciones: calidad, ilusión y compromiso, y afirmo que Reyes tiene diez sobre diez en todo", remarcó Del Nido.
Después de su paso por el Arsenal, donde también ganó la Copa, la Carling Cup, la Community Shield y disputó la final de la Liga de Campeones ante el FC Barcelona en la 2005-2006, Reyes arribó al Santiago Bernabéu, convirtiéndose, pese a las pocas oportunidades que tuvo en el equipo, en héroe in extremis en el título de Liga que conquistó el conjunto blanco, con su estelar último partido ante el Mallorca. Marchó después al Atlético de Madrid y fue cedido en la temporada siguiente al Benfica, donde pudo ganar la Copa de la Liga. En su regreso al Calderón y tras unos primeros tiempos convulsos, en 2010 apuntó en su palmarés los títulos de la Europa League y de la Supercopa de Europa, ganada al Inter de Milán. Ahora llega al Sevilla para ayudar al equipo de Marcelino a seguir en la senda del éxito de los últimos años en el club de Nervión.
"Me fui llorando y vengo con una sonrisa de oreja a oreja. Es uno de los días más felices de mi vida. Espero devolver en el campo todo el apoyo y la confianza que siempre me ha dado la afición sevillista, y que me han demostrado incluso cuando he venido con otros clubes. Con el equipo que tenemos todo es posible y como sevillista nada habría mejor que ganar títulos en mi casa. Vengo con más ilusión de la que tenía cuando me fui".
Después de atender a los medios de comunicación, el protocolo habitual con las imágenes ya vestido de futbolista en el césped del Ramón Sánchez Pizjuán, donde unos 5.000 aficionados aplaudieron y vitorearon al flamante jugador sevillista, una de las incorporaciones que más expectación e ilusión han despertado en los últimos años. En el Día de Reyes, el club aprovechó para regalar 200 balones a los aficionados que emplearon el mediodía para aplaudir a la nueva estrella del equipo de Marcelino, quien previamente a su presentación había superado sin más novedad, según informó el Sevilla, los pertinentes reconocimientos médicos.
Aplausos y algunos pitos. Ya por la tarde, a partir de las 18.00 horas, José Antonio Reyes pudo realizar el primer entrenamiento con los que son sus nuevos compañeros y tener un primer cambio de impresiones con su entrenador, Marcelino García Toral, que ya sabe que el jugador está listo para debutar mañana con la camiseta del Sevilla en el partido de Vallecas frente al Rayo. Reyes recibió de nuevo el cariño y el apoyo del aproximadamente medio millar de aficionados que se acercaron a la ciudad deportiva sevillista para ver la sesión de trabajo ya con el utrerano, que fue arropado en todo momento por sus compañeros.
En cambio, algunos aficionados silbaron a Marcelino García Toral, expresando así su descontento con el juego del equipo, que no acaba de alcanzar el nivel que muchos esperaban en el Pizjuán. Se personaron también en el entrenamiento el presidente Del Nido, Monchi y Manuel Vizcaíno, subdirector general de organización del club.
