La gala de los Globos de Oro, además de ser uno de los termómetros más fieles de cara a adelantar los resultados de los Oscar, es también una suerte de ensayo general de la esperada ceremonia del Kodak. Allí, en una de las galas más vistas de Estados Unidos, las grandes estrellas del séptimo arte cenan, beben y alternan dejando, sensaciones, chismorreos y rumores que premiosamente recogerán en los mentideros de la red.
Pero la pasada edición un nombre copó todo el protagonismo: Ricky Gervais. Sus afilados chascarrillos fueron como pequeños puñales envenenados que se clavaron uno por uno en las celebrities de Hollywood.
Charlie Sheen, Ashton Kutcher, Bruce Willis, Angelina Jolie, Cher, Robert Downey Jr., Tom Cruise... Gervais prácticamente no dejó títere con cabeza y la polémica originada por sus geniales salidas de tono le valieron la antipatía de algunas estrellas de Hollywood y rumores de veto en futuras galas.
Pero no. La asociación de la prensa extranjera de Hollywood, la organización que concede los premios, vuelve a confiar en Gervais consciente de que su gala tiene el presentador más cañero y con más tirón del panorama actual -con permiso del esperado regreso de Billy Crystal a los Oscar-.
GERVAIS PROMETE QUE NO HABRÁ AUTOCENSURA
En esta tesitura, la pregunta ahora no es si la favorita The Artist se impondrá o habrá sorpresas, sino... ¿qué dirá Gervais esta vez?. De momento, el cómico, actor y director británico no revela quienes serán sus objetivos pero promete que no se morderá la lengua.
"La gente me dice, ¿hay alguien sobre el que no debieras bromear? No creo que lo haya. Sólo depende de la broma", dijo Gervais en una entrevista con Ellen DeGeneres.
"Las bromas pueden sentar mejor o peor, y yo sólo estaba bromeando (...) No estaba en una habitación llena de soldados heridos. Son la gente más rica y privilegiada del mundo", agregó Gervais que parece tener toda intención en repetir la polémica del pasado año.
Para comprobar si el británico tiene intención de seguir 'haciendo amigos' en Hollywood habrá que esperar hasta la noche del domingo, cuando arranque en el Hotel Beverly Hilton de Los Ángeles la 69ª ceremonia de los Globos de Oro.
