El Betis no es el Madrid de Segunda, eso parece haber quedado ya claro, el Betis es el Betis, en Primera, en Segunda, en Tercera y en Segunda B si fuera menester. Ahora está empeñado en parecer incluso peor de lo que realmente es: ya dio buenas muestras de ello ante dos recién ascendidos (de Segunda B) como Cartagena y Real Unión y ayer rizó el rizo ante el colista Castellón, firmando un partido sonrojante y encajando una derrota ridícula con un autogol de Emana.
Partidos como el del Nuevo Castalia o los jugados en casa ante irundarras y cartageneros son puñales que se clavan en el corazón del bético, que parece hecho de material indestructible por aguantar lo que ha aguantado a lo largo de toda su historia y en especial en los últimos años de desintegración social y deportiva.
Ritmo cansino, circulación de balón lentísima por una alarmante falta de calidad, fútbol previsible, defensa blanda y contemplativa, bandas sin desborde, ataque inexistente... todo ese rosario de ‘virtudes’ adornaron ayer el juego del escuadrón de Tapia, que se va a estrellar más temprano que tarde como no ponga pies en pared y sea capaz de organizar un bloque mínimamente competitivo para aspirar, al menos, por estar en el grupo de equipos que pelearán por el ascenso a Primera división. Por lo visto en los cuatro últimos partidos (3 puntos), va a ser que no.
Cogido con alfileres. Ya comentamos desde el inicio del campeonato que la plantilla bética está cogida con alfileres: no tiene centrales de garantías y sólo cuenta con dos delanteros, Sergio García y Pavone, por lo que cuando se resfría uno, todo el equipo coge una pulmonía. Tapia, además, está cometiendo el error de sacrificar a Arzu al ponerlo de central y privar al medio campo de uno de los efectivos más talentosos, pues en la parcela ancha ni Sunny ni Juande están dando el nivel mínimo exigible para un equipo con aspiraciones.
Consecuencia de ello, una defensa muy blanda, un centro del campo sin creación –ha estado a merced de Castellón, Irún, Cartagena y Rayo, casi nada– y una delantera que depende en exceso de la inspiracion individual y en la que si faltan Sergio García y/o Emana (ayer desaparecido), todo queda reducido a las faltas que pueda provocar Pavone en las inmediaciones del área.sólo un remate.
El Betis estuvo ayer toda la tarde a merced del colista, que venía de perder sus seis partidos precedentes y ser el equipo más goleado de la categoría. A su portero Lledó –ex juvenil del Sevilla– sólo le remataron los béticos una vez entre los tres palos, y fue en un libre directo de Arzu ¡en el minuto 69! Antes de eso los castellonenses ya habían mandado dos balones a los palos y el meta Goitia había evitado dos goles cantados. Incluso estuvo a punto de evitar el 1-0 con un paradón cuyo rechace acabó por introducir en su propia portería el camerunés Emana, que firmó uno de esos partidos desastrosos que de vez en cuando acostumbra.
Tras el 1-0, con todo perdido, no hubo ni atisbo de reacción. Tapia metió a Capi e Israel y en el banquillo quedaron Nano, Rivas y Juande... Para temblar.
1 - CASTELLÓN: Lledó; Rafita, Baigorri, Xisco Campos, Pol; Mantecón, Omar; Palanca (Guzmán, min.59), Jonathan Valle (Paez, min.66), Uranga (Pendín, min.78) y Ulloa.
0 - REAL BETIS: Goitía; Nelson, Fernando Vega, Carlos García, Arzu; Sunny (Capi, min.73), Iriney; Odonkor (Israel, min.80), Caffa (Rodri, min.58), Emaná y Pavone.
Árbitro: Hernández Hernández, del colegio canario. Amonestó a Pol por el castellón y a Iriney, Fernando Vega, Emaná y Pavone por el Betis. Expulsó a Tintín Márquez en el minuto 93.
Gol:1-0, m.76: Emana, en propia meta, tras un rechace de Goitia.
Incidencias: partido correspondiente a la octava jornada de Segunda División disputado en el estadio de Castalia ante 4.907 espectadores en la grada.