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Rivales por una telenovela

El éxito internacional de algunas telenovelas mexicanas está provocando que los estados del país compitan por conseguir que las producciones se graben en sus regiones. Las series suponen un escaparate hacia el mundo de los valores culturales, naturales y sociales de la zona.

el 14 sep 2009 / 23:43 h.

Juan Ramón Peña (EFE)

El éxito internacional de algunas telenovelas mexicanas está provocando que los estados del país compitan por conseguir que las producciones se graben en sus regiones. Las series suponen un escaparate hacia el mundo de los valores culturales, naturales y sociales de la zona.

La repercusión internacional de las telenovelas mexicanas lleva a algunos estados del país azteca a competir para acoger sus rodajes y poder gozar así de una excepcional campaña de publicidad tanto en México como en todos los países en los que se emitirá. Para exportar sus valores naturales, sociales y turísticos, sus autoridades acuden a eventos que concentran a directores y productores, a quienes tientan con los atractivos de sus estados y con la promesa de apoyo económico.

Las cadenas tienen sus platós en la ciudad, pero "hay historias que necesitan presentar lugares bonitos, tanto a México como al mundo", lo que hace necesario salir, explica a Efe el productor asociado de la productora Televisa, Bosco Primo de Rivera. "Salir fuera es un gasto, pero si te encierras en el Distrito Federal no es lo mismo que salir a la provincia, donde hay otro aire, otro cielo", afirma el productor.

Según Primo de Rivera, el apoyo estatal se produce desde hace bastantes años, pero las menciones promocionales de las regiones nunca pueden alterar el guión, sino que deben adaptarse a él. Los estados de Veracruz (este), Puebla, Morelos (centro), Jalisco (oeste) y Guerrero (sur) son los que más apoyo están ofreciendo en la actualidad.

Los estados con más rodajes. En la decisión de salir a rodar fuera de México DF pesa bastante la distancia, por lo que el estado de Morelos tiene aquí un punto a favor al ser el más próximo, a lo que se añade su buen clima. El estado de Guerrero, por su parte, tiene convenios de colaboración con Televisa para la producción de programas como el evento musical Guerrero Brilla, así que la comunicación es más estrecha, explicó el productor.

Jalisco está a algo más de 600 kilómetros, pero su condición de cuna de los charros y el tequila llevó allí en 2007 a la exitosa Destilando amor que transcurría en haciendas y plantaciones de agave (planta de la que se saca el tequila), y ahora a Las tontas no van al cielo, ambas también de la productora audiovisual Televisa. Ésta última novela habría sido impulsada por el gobierno regional con 38 millones de pesos (3,51 millones de dólares), según el diario mexicano Reforma.

También ha habido experiencias positivas con el apoyo gubernamental en el estado de Quintana Roo, que alberga el Caribe mexicano, muy lejano a la capital pero dotado de exhuberantes playas. El estado que no tuvo suerte en 2006 fue Oaxaca (sureste), que vivió entonces un estallido social a cuenta de una rebelión del sindicato de maestros y perdió muchos visitantes por esta causa. Puebla acoge actualmente el rodaje de Fuego en la sangre, la apuesta de Televisa para el género esta temporada, plagada de estrellas e incentivada por el gobierno regional con 1,6 millones de pesos o lo que es lo mismo, 148.000 dólares.

La expansión internacional de las telenovelas no se limita sólo a los mercados de habla hispana: el grupo de comunicación TV Azteca, la competencia directa de Televisa, exportó su serie La hija del jardinero (2003) a 80 países y Amor en custodia (2005), a 50.

Las cadenas acuden a los mercados internacionales a vender sus telenovelas en encuentros especializados como la reunión periódica de la Asociación Nacional de Ejecutivos de Programas de Televisión (NAPTE) que se celebra en EEUU y en el que los resposables de los estados muestran a los ejecutivos de la televisión estadounidense el paquete de incentivos al que podrán optar si graban en esa zona.

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