Como si de un partido de fútbol se tratara, los ayuntamientos de Cádiz y Jerez quieren apuntarse un tanto con el nombre del aeropuerto. La polémica no surge ahora, como es habitual, en el terreno de juego sino a causa de una propuesta de la alcaldesa Teófila Martínez a Fomento para que esta terminal pase a denominase en lo sucesivo de Jerez-Cádiz y no de Jerez.
En este peculiar derby, la ministra Magdalena Álvarez ha asumido el papel de árbitro y ha asegurado que "si hay consenso" no hay "ningún inconveniente" por su parte, aunque ha aclarado que antes tendría que preguntar a Jerez. Lejos de acercar posturas, este consistorio ha recurrido a la ironía para responder a esta petición. En un comunicado comparó esta iniciativa con la posibilidad de que en junta de gobierno local este municipio solicitara que el puerto de Cádiz "pase a llamarse de Cádiz-Jerez o de Jerez-Cádiz". "Tampoco nos pelearíamos por qué nombre va primero", ironizó.
La polémica está servida y las reacciones van más allá de sendas administraciones. Por alusiones, el presidente de la Autoridad Portuaria, Rafael Barra, también quiso dejar clara su postura en este asunto. "El puerto no se llama de Cádiz, es de la Bahía porque está instalado en tres municipios de la Bahía. Es el nombre apropiado. Y me decanto por lo otro. ¿Por qué no le ponen el aeropuerto de la provincia de Cádiz y le quitamos Jerez y nos dejamos de localismos", señaló.
Para defender su demanda Teófila Martínez recordó que el aeropuerto de Jerez es el único de la península (junto al de Reus, en Tarragona) que, al no encontrarse en la capital, no hace referencia a su provincia, y puso como ejemplos Madrid-Barajas o Sevilla-San Pablo. Sin embargo, en este caso detrás de un simple cambio de denominación hay una histórica rivalidad entre Cádiz y Jerez que va más allá del terreno de juego.
