Francisco Rivera Ordóñez esperará a otra ocasión para torear en la Maestranza.
El éxito cosechado por Juventud Taurina de Sevilla en la exhibición de toreo de salón organizada en las vísperas de la Feria de Abril les ha alentado para repetir el empeño en las calles de Triana con el apoyo del área de Participación Ciudana del Ayuntamiento de Sevilla. Si entonces fueron el diestro sevillano Antonio Nazaré y el malagueño Saúl Jiménez Fortes los encargados de convertir la plaza del Salvador en una aula de Tauromaquia, en esta ocasión será el matador de toros Francisco Rivera Ordóñez el encargado de llevar la cultura del toro y el toreo a las calles de Triana dentro de los actos conmemorativos del centenario la alternativa del genial diestro trianero Juan Belmonte, que sigue mirando a la plaza de la Maestranza desde el monumento erigido en la plaza del Altozano.
La cita es el próximo 25 de mayo, sábado, a las 11.30 de la mañana en la calle San Jacinto. Rivera Ordóñez estará acompañado del novillero que apodera, el extremeño Tomás Campos que tan buen sabor de boca dejó en la novillada de abono celebrada el pasado domingo en Sevilla. Pero el acto también contará con el concurso de los alumnos de las escuelas de tauromaquia y del veterano banderillero Francisco Moreno Vega Curro Puya, miembro de la dinastía taurina de los Gitanillos, una de las más antiguas del arrabal trianero.
Pero esta iniciativa tampoco se puede entender sin separarla de la apuesta decidida de la ciudad por la fiesta de los toros. Este apoyo incluye la convocatoria de un nuevo premio taurino destinado a reconocer los méritos extraordinarios de un profesional en las diferentes actividades de la tauromaquia o de una persona o institución que haya destacado por su labor a favor de la difusión de los valores culturales de la Fiesta de los Toros que será fallado el próximo 12 de junio. Así lo recogen las bases oficiales de un galardón que fue aprobado oficialmente por la Junta del Gobierno de la ciudad el pasado 5 de abril invocando el acuerdo del pleno del 30 de marzo de 2012 en el que se declaraba la Tauromaquia como Patrimonio Inmaterial de la Ciudad.
