Economía

¿Riverduero? «¿Ah, pero eso no es un banco?»

"¿Riverduero no es un banco?" La confusión era evidente. "Llegaron preguntando dónde estaba" y en un comercio de la Avenida de la Constitución le enviaron a la sucursal de Caja Duero. Foto: Paco Cazalla.

el 15 sep 2009 / 00:22 h.

"¿Riverduero no es un banco?" La confusión ayer era evidente. "Llegaron preguntando dónde estaba" y la empleada de un comercio de la Avenida de la Constitución les envió a la sucursal de Caja Duero, unos números más arriba. Es lo que tiene el parecido de la marca, aunque no guardan relación alguna. Sin embargo, la oficina comercial de Riverduero CAI (siglas que se traducen en Centro de Asesoramiento e Inversiones), la que está ubicada en el número 9 de la Avenida, permaneció ayer cerrada al público, al menos durante la tarde.

Eso sí, por la mañana la entrada al edificio sí que registró un movimiento considerable, mayor de lo habitual en un día normal, mezcla de la expectación generada por los numerosos medios de comunicación presentes y por una treintena de personas que se acercó hasta la oficina para interesarse por la situación de sus inversiones, según comentaron ayer a este periódico en una cafetería próxima. "La verdad es que durante toda la mañana no se hablaba de otra cosa", apuntaron.

Un vendedor ambulante, estratégicamente ubicado en la esquina con García de Vinuesa, ratificaba esa circunstancia. "Sobre el mediodía, la una de la tarde o así, se congregó un grupo de gente, de todas las edades, a las puertas del edificio. Es verdad que había más movimiento que otros días, pero tampoco me fijé mucho más".

Y es que ayer la Policía Nacional de Valladolid hacía pública una operación que había llevado a cabo el pasado viernes día 15, con la detención de los dos administradores de la sociedad Riverduero, cuya matriz está en Valladolid, pero que además cuenta con una delegación en Sevilla.

La oficina permanecía en la tarde de ayer cerrada y sin movimiento aparente en su interior. Algunos de los vecinos del edificio -en su mayor parte ocupado por otras empresas y oficinas- comentaron que no habían visto a los dos trabajadores en todo el día, si bien incidieron en que desconocían la detención por la presunta estafa de 25 millones de euros. El revuelo mediático de cámaras y micrófonos les había sorprendido al llegar a trabajar o al bajar a tomar un café.

Las dos personas que trabajaban en la oficina, y que el pasado lunes se enteraban de la noticia por este diario, aclararon entonces que sólo se trataba de una oficina puramente "comercial" en la que no se realizaba ningún tipo de operación, sino que todo se derivaba a la central de Valladolid.

Los comercios que rodean el edificio no se habían percatado de nada. "La verdad es que no nos hemos enterado. ¿Eso qué es? ¿Otra cosa como lo de Fórum? Vamos a tener que volver a guardar el dinero debajo del colchón, como hacían nuestros abuelos".

Mientras, en el ambiente, aún flotaba el reciente caso del grupo sevillano Contsa. "Esto no es nada más que el principio".

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