Las dependientas del Centro ya pueden respirar tranquilas. La Policía Nacional ha detenido a Adán V. H., un joven de 22 años, como presunto autor de seis delitos de robo con violencia e intimidación cometidos en seis comercios del Centro de Sevilla. En todos ellos, la única dependienta era una mujer, a las que el joven amenazaba con una navaja de grandes dimensiones.
El detenido tenía en su historial varios antecedentes penales, concretamente tres detenciones anteriores por delitos similares al que ahora se le imputa: robo con violencia e intimidación, robo con fuerza y robo de vehículo.
Los atracos por los que ha sido detenido en esta ocasión se cometieron entre el 27 de julio y el 6 de agosto. El detenido aprovechó en todas las ocasiones las horas del día en las que hacía más calor. Con ello se garantizaba que los viandantes y posibles testigos fuesen los mínimos, al mismo tiempo que en las calles, desiertas a esas horas, no hubiera personas que pudieran dificultar su acción y su huida, según informó ayer la Policía.
El detenido seguía siempre la misma pauta de actuación, pues cometía los robos a punta de navaja. Además, sus víctimas cumplían en todas las ocasiones el mismo perfil: eran mujeres jóvenes, dependientas de una tienda y se encontraban solas.
El modus operandi era similar en todos los atracos, ya que el hombre entraba primero en el establecimiento elegido, hacía alguna consulta a la dependienta sobre los productos que vendían allí y aprovechaba para comprobar que la trabajadora estaba sola y que no había nadie con ella ni clientes que pudieran convertirse en posibles testigos. Tras la consulta, se marchaba del establecimiento y volvía pasados unos minutos, pero esta vez esgrimiendo una navaja, con la que amenazaba a la dependienta. Ésta se veía obligada a entregarle todo el dinero de la recaudación.
Ante el incremento de denuncias por robo con violencia e intimidación, la Policía Nacional montó un dispositivo de vigilancia que recorría la zona del Centro de la capital hispalense. Todos los establecimientos que habían interpuesto denuncias estaban ubicados en lugares muy próximos entre ellos. Además, los hechos denunciados tenían características similares.
El despliegue policial estaba integrado por agentes a pie de paisano y vehículos. El dispositivo se intensificaba a las horas en las que eran cometidos estos robos y en el perímetro donde éstos se habían denunciado.
Veinticuatro horas después de poner en marcha el plan especial de vigilancia, varios policías de la comisaría de distrito identificaron y detuvieron a Adán V. H., al que se le encontró una navaja de grandes dimensiones. Poco después, el detenido fue puesto a disposición de la autoridad judicial y, posteriormente, fue enviado a prisión.
