Dos jóvenes con machetes que ocultaban sus rostros atracaron ayer a pleno día la farmacia Carabantes de la plaza de la Media Luna de San Jerónimo y huyeron corriendo. Se llevaron entre 400 y 800 euros tras amenazar y encerrar en la rebotica a los dueños y a una empleada, sin causarles daños. No había clientes.
Los atracadores llevaban días merodeando, como atestiguaban varios comerciantes, y poco antes se habían asomado a un estanco y a una floristería sin llegar a entrar. Entraron al ver la farmacia vacía, porque no había clientes y los dos farmacéuticos y la dependienta estaban en el interior. La empleada salió al oír la puerta y se topó con uno, muy delgado, que se tapaba la cara subiéndose el cuello del forro polar negro y llevaba un cuchillo de unos 30 centímetros que le blandió en la cara para obligarla a entrar en el despacho de los farmacéuticos. "No hagáis nada, que no os va a pasar nada, sólo queremos el dinero", gritó, mientras los hacía meterse en la rebotica.
Se quedó vigilándolos, cuchillo en ristre, y su compinche, algo más grueso, oculto con un gorro de lana bien calado y el jersey subido, con algún cuchillo que no vieron bien porque lo escondía en la ropa, cogió los billetes y las monedas de la caja registradora dejando algunas desperdigadas por el suelo. Incluso registraron al farmacéutico para quitarle la cartera, que no llevaba encima. En 10 minutos se llevaron de 400 a 800 euros. "Les hemos regalado el día", decía la farmacéutica, que reabrió de inmediato para no dejarse vencer por los nervios.