Robo patrimonial en la parroquia de San Isidoro. La hermandad penitencial con sede en la céntrica parroquia de la Costanilla ha denunciado ante la Policía la desaparación de dos imágenes en madera policromada que formaban parte del Sagrario de la capilla propiedad de esta cofradía, situado en el altar donde se venera al Cristo de las Tres Caídas. Las imágenes robadas, realizadas en madera policromada, han sido «arrancadas» del altar y corresponden a dos tallas de unos 17 centímetros de altura de San Francisco Javier y San Francisco de Borja. Según confirmó a este periódico el hermano mayor de San Isidoro, Francisco Javier González-Gaggero, ha sido esta misma semana cuando los hermanos de la cofradía se han percatado de la ausencia en el altar de ambas imágenes. «Las dos tallas formaban parte de la hornacina del Sagrario y para arrancarlas les han tenido que pegar un tirón», comenta el máximo responsable de la corporación del Viernes Santo.
La hermandad ya ha denunciado la desaparición de estas imágenes en la comisaría y, de hecho, la Policía Científica ha iniciado la pertinente investigación. González-Gaggero matiza que, en principio, no se han encontrado forzada ninguna puerta de la parroquia, por lo que es posible que el sospechoso del robo actuara aprovechando un descuido durante el horario de apertura del templo parroquial. «Agosto es un mes muy malo. El sacristán que hay ahora mismo es el suplente, por lo que es posible que le cogieran las vueltas», sugiere el hermano mayor.
Una de las circunstancias que la investigación policial tendrá que aclarar es cuándo se produjo el robo. A este respecto, desde la hermandad se asegura que ha sido en esta semana, concretamente en la noche del lunes, cuando detectaron la ausencia de ambas tallas en el altar. «Son dos imágenes o miniaturas en madera policromada que formaban parte de la hornacina del Sagrario». «Sin embargo, no sabría decirte si el robo se ha producido en estos días o ha sido, por ejemplo, el 10 de agosto».
VALOR MATERIAL Tampoco el hermano mayor se atreve a cifrar a cuánto podría ascender el valor patrimonial de las dos tallas desaparecidas. «Ni idea. De hecho, en el inventario de la hermandad no están catalogadas como obras exentas, sino como parte integrante del Sagrario de la capilla, una obra en madera dorada y policromada de la que estas dos imágenes de San Francisco Javier y San Francisco de Borja eran un complemento ornamental», detalla.
La capilla de la hermandad de San Isidoro se encuentra situada en la nave del evangelio del templo parroquial. Se inauguró en el año 1765 y está presidida por un retablo, obra de Alonso Martínez, de aproximadamente la misma fecha. En su centro se venera la imagen de Nuestro Padre Jesús de las Tres Caídas, titular de la cofradía.
