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Roban por tercera vez una farmacia de Pino Montano

Una farmacia de Pino Montano sufrió la madrugada del martes su tercer asalto en sólo seis meses. Los ladrones empotraron un coche en el cristal blindado de la entrada, lo que provocó daños muy superiores a los escasos 300 euros que pudieron llevarse. Los dueños denuncian la inseguridad en el barrio.

el 15 sep 2009 / 08:05 h.

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Una farmacia de Pino Montano sufrió la madrugada del martes su tercer asalto en sólo seis meses. Los ladrones empotraron un coche en el cristal blindado de la entrada, lo que provocó daños muy superiores a los escasos 300 euros que pudieron llevarse. Los dueños denuncian la inseguridad en el barrio.

El farmacéutico Manuel de la Cruz, propietario de la botica de la calle Forjadores desde hace más de 30 años, explicaba el miércoles el asalto, el tercero tras otros sufridos en febrero y en abril. Los atribuía a una inseguridad en la zona que ejemplificaba con los últimos robos sufridos por farmacias cercanas: si a él lo llamaron a las cinco de la mañana por el robo en su establecimiento, media hora antes otra botica del barrio, situada en la calle Estrella Canopus, había sufrido un asalto similar: un coche marca Opel de color rojo se había empotrado en la puerta, aunque los ladrones no habían podido entrar porque el cierre de aluminio quedó encajado en la entrada.

"Y no soy sólo yo", lamentaba. La también cercana farmacia de Pilar Pérez-Tinao lleva dos entradas violentas en lo que va de año, la primera empotrándole una moto y la segunda, a manos de un ladrón que entró con un enorme cuchillo y amenazó a los empleados.

Pero además, en el entorno de las calle Forjadores y Sembradores, dos de las principiales de Pino Montano, han robado en los últimos meses en dos bares, dos supermercados, una papelería y un banco "en el que llegaron a disparar de verdad, dándole a una mesa". Y de noche, forzando las puertas con sopletes, han abordado más comercios.

Junto a una "inseguridad general, porque aquí la Policía sólo viene por las mañanas", el farmacéutico De la Cruz lamentaba ayer que para llevarse el cambio de caja que dejan por las noches y algunos productos de parafarmacia le hayan destrozado medio el cristal blindado, "que vale un dineral", y una estantería.

"A este paso me temo que el seguro no nos va a querer coger", se quejaba. Los farmacéuticos no entienden ese interés por sus locales, que suelen ingresar poco porque el 80% de lo que les llega son recetas y de éstas, casi todas de pensionistas, que son gratuitas.

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