Cultura

Roberto Quintana, cuaderno de un comediante memorioso

Una vida de comediante. La aventura interminable (Suranda) es el título del libro en el que el actor sevillano Roberto Quintana rememora su trayectoria, una carrera que discurre paralela al desarrollo del teatro andaluz en las últimas décadas. (Foto: El Correo)

el 15 sep 2009 / 04:22 h.

Una vida de comediante. La aventura interminable (Suranda) es el título del libro en el que el actor sevillano Roberto Quintana rememora su trayectoria, una carrera que discurre paralela al desarrollo del teatro andaluz en las últimas décadas.

"Para bien o para mal soy el único responsable de este libro, no he usado ningún negro", bromeaba el actor. "Sé que no es mi terreno habitual este de la escritura, pero de pronto me di cuenta de que iba a cumplir 40 años de profesión, y eso te hace pensar un poco. Los colegas me animaron y poco a poco fui escribiendo lo que me venía a la cabeza", añade.

Sin ninguna prisa, sin ningún plan preconcebido, Quintana reconoce haber escrito Una vida de comediante del mismo modo en que ha hecho teatro toda su vida: "No creo en el teatro de encargo, y para hacer algo sólo necesito tiempo y ganas. Para la escritura también", señaló.

"Todo en el proceso de este libro ha sido muy espontáneo, obedeciendo sólo a momentos que me movían emocionalmente. Los distintos capítulos tienen ahora un orden, pero inicialmente no los escribí así, sino yendo y viniendo del pasado al presente. Sólo el último capítulo, el epílogo, fue realmente el último que escribí", recuerda.

El contenido del libro llevará al lector a través del tiempo al germen del teatro independiente, a los espectáculos del legendario grupo de Teatro del Mediodía, también a la creación del Instituto de Teatro y del Centro Andaluz de Teatro, del que fue director desde 1988 hasta 1992, y del que salió convencido, según ha comentado en alguna ocasión de que una cosa es ser actor y otra muy distinta ser un gestor.

"Conforme avanzaba en estas páginas, me fui dando cuenta de que mi vida estaba vinculada a momentos singulares de la historia teatral andaluza. Lo que empezó siendo una reflexión más o menos larga acabó creciendo hasta el punto de conformar un volumen", dice Quintana.

No se inspiró el actor en ningún texto similar de otros maestros del oficio, sino que dejó que todo fuera fluyendo desde la franqueza con uno mismo. "El balance que hago es que estoy contento con todo lo que he hecho", asegura sin dudas. "También soy consciente de que he tenido mucha suerte, siempre hicimos lo que quisimos y pudimos elegir nuestros proyectos, si bien también dejo por escrito que hubo dos o tres cosas que al final no salieron como esperaba".

¿Se ve Roberto Quintana dando continuidad a este proyecto, pergeñando un segundo volumen? "Espero que no tengan que pasar otros cuarenta años", ironizó. "Pero ojalá sea así, ojalá tenga cosas bonitas que contar y, sobre todo, tenga tiempo y ganas para hacerlo", apostilló.

Cabe recordar que entre los últimos papeles que Roberto Quintana ha defendido sobre las tablas destacan el de Darío en la obra Los Persas, clásico de Esquilo en la versión de Calixto Bieito, o el Don Juan Tenorio de Zorrilla que hizo en el teatro Lope de Vega de la capital hispalense junto a su colega y amigo Juan Diego el pasado mes de agosto.

  • 1