A veces, exponer todo lo que hacemos en Facebook nos puede jugar una mala pasada... tanto, que podemos terminar tras las rejas. Lo que parecía ser una humorada, se convirtió en un caso de justicia, que, sin querer, aplicó una ladrona sobre sí misma. ¿Cómo? Mirá.
Una joven estadounidense se robó un vestido y no tuvo mejor idea que publicar las fotos con su nueva adquisición en la red social.
Lo que no sabía era que el material le serviría a la policía para comparar sus imágenes con los videos de las cámaras de seguridad de la tienda de la que se había apropiado la prenda. Así, terminó colaborando con su propio arresto.
