El presunto cerebro del caso Malaya, la trama de corrupción en Marbella (Málaga), Juan Antonio Roca, insistió ayer en que tenía dinero cuando fue a la ciudad y antes de entrar a trabajar en el Ayuntamiento marbellí. "El señor Roca no llegó a Marbella en un Seat Panda, como dijo en una ocasión la Policía, sino llegó con dinero físico y contante, e invirtió en Marbella, después desinvirtió y volvió a invertir en otra cosa", dijo.
Según la Fiscalía Anticorrupción, Roca amasó un "importante patrimonio", con fincas, hoteles, arte, caballos, barcos, coches de lujo, un avión y un helicóptero, "coincidiendo con la época en que estuvo ligado laboralmente con el consistorio", algo que "no puede justificarse sobre la base de rentas lícitas conocidas ni con ingresos de su unidad familiar", al haber un desequilibrio "descomunal", por lo que le acusa de blanquear 240 millones de euros.
En el segundo bloque del juicio por el caso Malaya, el principal acusado dijo que cuando llegó a Marbella en 1984 "tenía dinero en efectivo y letras del Tesoro", luego, en 1990, "500 millones de pesetas netos", cifra que el ministerio público estima inferior; mientras que calcula su patrimonio en 2006 en 210 millones de euros brutos. En todo momento, añadió, "tenía dinero oculto", pero "dinero físico". "No estoy haciendo gala de no pagar a Hacienda, no estoy diciendo soy un señor fenomenal por no pagar, pero en esas fechas tenía dinero físico". Roca explicó que "siempre" ha comprado "muy barato a los bancos en época de crisis", "y no me ha ido mal", dijo. El fiscal obligó ayer a Juan Antonio Roca a explicar la constitución de las sociedades y el papel de sus presuntos testaferros, como Montserrat Corulla, a quien él decidió contratar y a la que pagaba unos 4.000 o 5.000 euros de una de sus sociedades.
