El presunto cerebro de la trama de corrupción urbanística en Marbella, Juan Antonio Roca, cuantificó ayer su patrimonio personal antes de la operación Malaya en unos 210 millones de euros. En la reanudación de la vista oral, el ex asesor reconoció al tribunal que él tomaba las decisiones en las sociedades que se le atribuyen en la causa y que, además, daba "todas las órdenes y las controlaba", aunque matizó que como no podía abarcarlas, había gerentes encargados de la administración y "despachaban conmigo".
Roca fue el primero en declarar en el segundo bloque del caso Malaya, dedicado a analizar el blanqueo de capitales en operaciones y sociedades vinculadas a él parcial o totalmente. El ex asesor explicó que llegó a un acuerdo con el gabinete jurídico Sánchez Zubizarreta Soriano Pastor para que le administraran algunas sociedades, después de su inhabilitación por una quiebra.
Declaró que en el sector hotelero era la también acusada Montserrat Corulla con la que despachaba en Madrid y precisó que ella "solo me rendía cuentas a mí", mientras que la contabilidad la llevaba el gabinete jurídico. Otras sociedades se gestionaban, bajo su control, desde Maras Asesores.
El presunto cerebro de Malaya admitió que los gastos de cuadros, coches, barcos, avión o carruajes eran pagados "en parte con fondos no declarados y en parte con fondos originarios" de las sociedades. "No me atribuya la compra a mí porque no es cierto", aseguró Roca.
A preguntas del fiscal defendió la realización de transferencias y de préstamos financieros entre las sociedades, apuntando que es un sistema propio de un grupo empresarial. "Es una tontería ir a un banco a pedir un crédito cuando hay una sociedad del grupo que tiene tesorería suficiente para transferir", justificó.
En relación con las obras de arte que supuestamente se atribuyen al acusado Óscar Benavente, que era su fiduciario y el primero que se incorporó para ayudarlo con las sociedades, precisó que no todos los cuadros son de su propiedad, sino que algunos "todavía no habían sido comprados o, incluso, algunos ni siquiera me había decidido a comprarlos, y solo los tenía en concepto de depósito".
Roca cifró su patrimonio antes de la administración judicial en unos 210 millones de euros, aunque con un pasivo de 120 millones, con lo que el neto sería de 90 millones, cantidad que "para hacernos todos una idea, es lo mismo que ha valorado el administrador judicial las propiedades bajo control", apuntó.
El ex asesor explicó que sus ingresos cuando estaba en la sociedad municipal Planeamiento 2000 eran de más de 200.000 euros anuales, cantidad que se redujo cuando pasó a otra sociedad del ayuntamiento. Puntualizó al fiscal Anticorrupción Juan Carlos López Caballero que con unos ingresos netos mensuales de unos 12.000 euros "se puede vivir muy bien. Le puedo garantizar que con este sueldo, después de impuestos, se puede vivir muy bien, llevar a los niños a un colegio bueno y permitirse algún viaje". Añadió que compatibilizó su trabajo municipal con su actividad privada, fundamentalmente en el negocio inmobiliario.
