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Rocío: "Marta cayó al suelo y entre Miguel y su hermano la siguieron golpeando"

La menor que era novia de Miguel asegura que a Marta la mataron entre los dos y que ella no se atrevió a contarlo desde un principio "por miedo".

el 03 nov 2011 / 12:23 h.

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"Cuando vio que Marta le contestó a su hermano le dio con un cenicero en la cabeza. Cuando estaba en el suelo, él y su hermano la golpearon". Rocío, la menor de Camas que era novia de Miguel Carcaño cuando se produjo el crimen de Marta del Castillo, volvió ayer a implicar al hermano de Miguel, Javier Delgado, en la muerte de la joven como ya hiciera en septiembre de 2009 ante la Policía. La joven, que a lo largo de la instrucción del caso ha dado varias versiones sobre lo que Carcaño le había contado del crimen, aseguró ayer que supo que Miguel había matado a Marta aquella misma noche y que si no lo contó antes fue porque "estaba amenazada y tenía miedo". No era la primera vez que Rocío contaba esta otra versión sobre la muerte de Marta. Ya lo hizo ante la Policía y luego lo contó ante el instructor del caso en la vista preliminar del jurado. De hecho, fue esta versión la que originó la dos búsquedas del cuerpo de Marta en Camas, pues Miguel le marcó a la chica una arboleda como el lugar en el que supuestamente la enterraron. La chica insistió ayer que si no contó antes todo lo que sabía era porque "me habían amenazado con que si decía algo de lo que sabía rajarían a mi madre y a mí me harían algo". La joven no aclaró ayer quién era la persona que la amenazó, ni tampoco se lo preguntaron las acusaciones, pero la Policía en su momento le puso tres voces distintas y ella identificó la que se correspondía con Javier.     Ayer, en tono firme y respondiendo con contundencia y sin dudar, Rocío reconoció que se inventó la versión en la que corroboraba que Miguel y sus amigos lanzaron el cuerpo de Marta al río tras conocer lo que éste había contado. Pero en septiembre de 2009 contó la verdad "cansada de tantas mentiras y porque había una familia que estaba sufriendo con tantas mentiras". De esta forma la joven, que entonces tenía 14 años, explicó que Miguel, que vivía con ella en Camas desde el mismo momento en que se hicieron novios en noviembre de 2008, llegó esa noche a la casa y recibió muchas llamadas, incluso cuando ya estaban acostados. Tras responder a una llamada de la madre de Marta preguntando por ella, Miguel se levantó, se puso el uniforme de trabajo y salió por la ventana del dormitorio. Rocío le preguntó entonces dónde iba y él le dijo que "tenía que ir con su hermano a arreglar un problema". Al final, acabó por confesarle que tenían que "limpiar un charco de sangre", porque "había estado con Marta y discutió con ella. Entonces salió el hermano. Cuando Miguel vio que le contestó al hermano, le dio con un cenicero en la cabeza. Cuando estaba en el suelo, él y su hermano la golpearon". Cuando regresó a Camas, "varias horas después", le contó que entre él, su hermano y "varios más" habían "quitado de en medio" el cuerpo para que no la encontraran. Al día siguiente, le recriminó que no fuera a la Policía, pero Miguel le dijo que "tarde o temprano le iban a coger y que quería estar libre el tiempo que le quedara". Sobre la muerte de la joven, Rocío no ofreció ningún detalle más, ni cómo fue la participación de Javier porque ningún letrado se lo preguntó. La menor repitió que entonces no se creía que fuera cierto que Miguel había matado a Marta y a los cuatro días le pidió que la llevara al lugar donde la habían enterrado para ver si era cierto, pero al llevarla a un terreno de Camas ella le pidió "inmediatamente" que se marcharan porque "no quería estar allí". Aún así "no vio tierra removida". Rocío admitió ayer que le ha escrito varias cartas a Miguel tras entrar en prisión, con indicaciones de la Policía, aunque una de ellas fue por iniciativa propia porque todavía lo quería y le pedía explicaciones. No obstante, reconoció que también le preguntaba por qué estaba con Marta. La madre de la joven, Soledad Gómez, también le envió varias cartas a Miguel por indicación de la Policía e incluso se ofreció a visitarle en prisión para sonsacarle dónde estaba el cuerpo. Fue entonces cuando el joven le contó la versión que ahora mantiene : que la mató de un golpe y que no sabe dónde está. También dijo que la actitud de Miguel tras el crimen era "muy fría" y que acabaron echándolo de la casa porque "sospechábamos de él". "Le ponía delante de la tele cuando decían cosas de él y agachaba la cabeza y no decía nada", señaló. Además, ayer se leyó la declaración de la abuela de Rocío, que falleció hace unos meses, en la que aseguraba que "no vio sangre" en el pantalón que Carcaño portaba la noche del crimen.

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