Cultura

Rocío Molina y Laura Rozalén, juventud al escenario

Rocío Molina y Laura Rozalén son muy jóvenes, sin embargo, experiencia en el mundo del flamenco no les falta. Las dos bailaoras se suben a las tablas hoy en el ciclo los Jueves Flamencos de la Fundación Cajasol con su espectáculo Turquesa como el limón.

el 14 sep 2009 / 20:31 h.

Rocío Molina y Laura Rozalén son muy jóvenes, sin embargo, experiencia en el mundo del flamenco no les falta. Las dos bailaoras se suben a las tablas hoy en el ciclo los Jueves Flamencos de la Fundación Cajasol con su espectáculo Turquesa como el limón.

Rocío Molina es ya una bailaora experimentada pese a sus 23 años de edad. A sus espaldas lleva el reconocimiento de público y crítica tras sus aclamados El Eterno Retorno (2004) y Almario (2007) con el que se atrevió a subirse a las rocas del Torcal de Antequera. Sin embargo esta malagueña, que ya ha pisado teatros de medio mundo, insiste en definir su baile como la expresión de ella misma. Ahora, acompañada de sus habituales: Paco Cruz a la guitarra, Sergio Martínez en la percusión y Rafael Jiménez Falo al cante, entre otros, se arriesga un poco más si cabe.

Su Turquesa como el limón es un montaje que "surge de la amistad que nos une y como una forma de hacer exactamente lo que queremos, con toda la libertad del mundo", según afirmó Molina. Tanto ella como Laura Rozalén coinciden en describir el espectáculo como "una búsqueda de nuestra visión de la belleza".

Una belleza que Rozalén rezuma por todos los poros, según los expertos, ya que su baile encandila "de cuerpo para arriba" y expresa a través de los brazos, las manos o los ojos. Una forma de bailar que recuerda a los nostálgicos el crujir de la bata de cola de otros tiempos, los de Matilde Coral o a Milagros Mengíbar.

Rocío Molina y Laura Rozalén destrozan cualquier tipo de estereotipo sobre las bailaoras. De ahí el nombre de su montaje Turquesa como el limón. "A menudo se oyen comparaciones como azul cielo o rojo fresa. Nosotros somos Turquesa como el limón, una bajita y la otra con kilos de más. A las dos nos dijeron que no éramos el prototipo de bailaoras", afirma Molina.

Turquesa como el limón se estrenó en verano en el Teatro Pradillo de Madrid con gran éxito. Ahora llega a Sevilla envuelto en los anhelos de estas amigas y bailaoras por la exigencia que supone actuar en Sevilla. Sin embargo, de ellas han dicho que "bailan al silencio porque la música la llevan dentro".

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