Deportes

Rodolfo y Otero se ceban con el Betis

Dos ex jugadores del Betis y del Celta desgranan su pasado verdiblanco y ponen al club de Heliópolis a caer de un burro.

el 04 nov 2010 / 21:08 h.

Jorge Otero.
Dos ex jugadores del Betis que también lo fueron del Celta, Rodolfo Dapena y Jorge Otero, concedieron ayer un interesante reportaje a La Voz de Galicia y en él desgranan sus vivencias verdiblancas. El club no sale muy bien parado, la verdad. "Parece un equipo apetecible, pero cuando estás dentro los del norte no lo entendemos mucho. Su mentalidad es muy diferente. La presión es muy fuerte, un domingo te sacan a hombros y al siguiente te quieren matar. Para ellos es una religión", dice Rodolfo, lateral izquierdo. "Mis recuerdos son con luces y sombras. Los que llegamos con Luis Aragonés pagamos los platos rotos de que la cosa no fuera bien", señala Otero, lateral derecho.

Rodolfo, que no triunfó precisamente en el Betis en sus dos años como verdiblanco (1991-1993), critica a la afición: "Lo que hacía en el Atlético o el Celta no les valía. Había que hacer tres cambios, dos recortes y un caño antes de centrar". "Eso pasaba con Denilson. Hacía ocho bicicletas, pero hacia el córner. Para el equipo, cero, pero a la gente le encantaba la filigrana. Es muy difícil que allí reconozcan tu trabajo", respalda Otero, bético entre 1997 y 2001.

La guinda la pone Rodolfo de nuevo. "Allí he visto caer cosas inimaginables. A Vinyals le tiraron unos cuernos de toro un día. Duró un año y se fue. Psicológicamente en ese club hay que ser muy fuerte dentro y fuera del campo. He visto familias que no se hablaban con el derbi. Ibas por la calle y un policía de tráfico se olvidaba de su trabajo para meterse contigo si era del Sevilla", recuerda. Y Otero, por su parte, define como "canallada" la famosa jugada de Bjeliça en la semifinal de Copa, cuando no devolvió un balón lanzado fuera para atender a un futbolista lesionado y el Betis marcó: "No hubo juego limpio. El Betis pasó de ser un equipo simpático a todo lo contrario. Recuedo que nos chillaban en todos los sitios a los que íbamos".

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