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Rodri da su primer gran paso en el Betis

El partido ante el Girona puede suponer un antes y un después para Rodri. El canterano cuajó en Montilivi su mejor actuación como bético después de un camino que no ha sido nada fácil.

el 25 oct 2009 / 21:46 h.

Rodri, en agosto en el Trofeo del Olivo.
El 0-2 ante el Girona fue para el Betis la mejor manera de reivindicarse ante el resto de equipos de Segunda, ahora que algunos rivales empezaban a faltarle al respeto (futbolístico, se entiende), y ante quienes comenzaban a dudar de su competitividad para ascender. Y si el equipo reclamó su lugar en la categoría, un futbolista exigió el suyo dentro de un once al que aspiran muchísimos compañeros. Rodrigo Suárez Peña, Rodri, cuajó al fin una actuación digna del primer equipo y seguramente protagonizó la mejor jugada del lance al irse cual velocípedo de dos rivales y dar un pase atrás que al final aprovechó Pavone para sentenciar la contienda.

El chaval, como es natural, es consciente de que Montilivi puede haber sido un estadio clave para su progresión: "Es un campo que me ha llamado la atención porque no tenía grada en un lado, pero la verdad es que ha sido un partido importante para mí y me dejará marcado", indica el utrerano, que en Gerona actuó en la posición de Odonkor, en la banda derecha.

Desde que se incorporó al primer equipo, el canterano ha jugado de todo: en ese lado, en el izquierdo, por el centro y hasta de segundo delantero. Manuel Momparlet incluso utilizó su nombre cuando criticó a los que decían que en el Betis no había recambios para Sergio García y Pavone. Dijo el director deportivo que Rodri y Emana, de hecho, podían ser puntas. "No tengo preferencia por ningún puesto, lo que quiero es jugar y me siento bien en cualquier posición", añade el protagonista, muy contento por haber participado y sido importante en un choque tan significativo: "Ya necesitábamos hacer los tres puntos como fuese. Teníamos que ganar, tanto nosotros como nuestros familiares estábamos pasándolo mal y no lo merecíamos", admitía.

UN CAMINO COMPLICADO. No ha sido fácil para Rodri hallar un hueco en el primer equipo del Betis. De hecho, lo ha encontrado con 23 años, una edad complicada en la que un futbolista empieza a ser demasiado mayor para permanecer en un filial. Casi dio el salto definitivo hace dos años, con Paco Chaparro recién elegido como entrenador. El trianero, para quien era indiscutible en el filial, lo hizo debutar en su segundo partido en el banquillo, en la ida de una eliminatoria copera ante el Elche, el 12 de diciembre de 2007. Entonces llevaba el dorsal 31. Repitió de titular en la vuelta y en el primer choque de octavos de final contra el Valencia, pero de ahí no pasó. No debutó en la Liga, cosa que sí hicieron sus compañeros Álex Ortiz y Toni, y a partir de entonces su participación se limitó a entrenos y amistosos.

Antonio Tapia cambió su carrera. Se lo llevó a Montecastillo y no se opuso, más bien lo contrario, a su ampliación de contrato. Rodri aún juega con ficha del filial y su dorsal es el 29, pero a todos los efectos es futbolista del primer equipo, como Juande. En la segunda jornada ya forzó un penalti en Alicante y el sábado, titular por primera vez en su vida, se hizo notar de verdad. No se ha consagrado, ni mucho menos, pero ya ha dado un paso.

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