¿Quién dijo que la Sevilla profunda no puede ser abierta, diversa y cosmopolita? La que se exhibe desde ayer y hasta el 2 de junio del año próximo en el Antiqvarium de la Encarnación, exactamente a cinco metros y medio de profundidad, posee todos estos atributos y, además, permite leer como en un libro abierto los orígenes de la ciudad. Su título: Roma qvanta fvit..., comienzo de una sentencia latina que subrayaba la capacidad de las ruinas para hablar de la grandeza de Roma.
Inaugurada por el alcalde, Juan Ignacio Zoido, la muestra cuenta con 63 piezas prestadas por el Museo Antropológico de sevilla y 25 procedentes del depósito municipal, todas ellas comprendidas cronológicamente entre el siglo I y el XIII. La colección íntegra salió a la luz de las excavaciones de la Encarnación, a excepción de dos ánforas de la colección municipal que, en palabras del comisario Fernando Amores, "amenizan muy bien el ambiente de la factoría de salazones", explicó.
"El criterio primordial ha sido el de diversidad", prosiguió Amores, "por eso junto a las factorías hay apartados dedicados a los ambientes domésticos, un poco de todo. Y lo mismo puede decirse de las piezas, donde hay paganismo, cristianismo, islamismo... En la ciudad histórica todos vivimos al lado de todos".
Así, un breve recorrido por la exposición mostrará al visitante escamas de pescado con las que se preparaban las salsas en el puerto de Sevilla, una selección de lucernas de las 750 halladas en un taller alfarero, una vitrina de objetos relacionados con el comercio paleocristiano o un muy poco frecuente capitel de acanto espinoso, de estética bizantina, junto a otros, toscos, del periodo visigodo.
Asimismo, la herencia hispano-musulmana se pone de manifiesto con las piezas recogidas en la llamada Casa de La Noria, una vivienda de época almohade muy característico de la antigua Isbilia.
Capítulo aparte merecen los mosaicos expuestos, una muestra tan sólo de los 18 que fueron hallados en diferentes estados de conservación, y que esperan su turno para ser expuestos convenientemente guardados en cajas.
En este sentido, se exhibe por primera vez el emblema central del mosaico de la Ninfa Amymone, junto con la excelente representación de Medusa que lo completa.
Finalmente, la delegada de Cultura, María del Mar Sánchez Estrella, manifestó su voluntad de que todas las piezas permanezcan en el Antiqvarium de forma permanente, para lo cual asegura que ejercitará los trámites oportunos con la Junta de Andalucía.
Finalmente, ante la confirmación de que el Museo Arqueológico mostrará a partir del próximo mes de enero, Sánchez Estrella aseveró que "siempre defendí que el Carambolo tenía que ir allí, y no al Antiqvarium, como se propuso alguna vez. En este aspecto coincidimos plenamente con el criterio de la consejería de Cultura", apostilló.