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Romaric, Koné y Zokora piden ayuda a la comunidad internacional

Los tres futbolistas del Sevilla reconocen su incertidumbre y preocupación por la situación de su país, Costa de Marfil, donde el número de muertos se cuenta por millares tras los últimos enfrentamientos. 

el 06 abr 2011 / 20:58 h.

Koné, Romaric y Zokora, entrenándose.

La delicada situación que vive Costa de Marfil desde la segunda vuelta de las elecciones presidenciales, celebradas el pasado diciembre, está afectando de lleno a Romaric, Zokora y Koné. Su país se ha convertido en un campo de batalla entre los partidarios del ex presidente Laurent Gbagbo y Alassane Ouattara, el ganador de las últimas elecciones, según la comisión electoral y la ONU. Gbagbo se niega a dejar el poder y esto ha desembocado en un enfrentamiento donde los muertos se cuentan ya por millares.

Desde hace unos días el país africano tiene cerradas sus fronteras (terrestre, aérea y marítima), lo que complica aún más la situación si cabe. Romaric, Zokora y Koné intentan centrarse en el Sevilla, en su profesión, pero resulta absolutamente imposible, como es lógico. Los tres viven con el corazón en un puño por la incertidumbre sobre el estado de sus familiares y amigos.

TRÁGICO. "Mi familia está allí, mis amigos... Sólo espero que los militares no toquen a la población, que solucionen los problemas entre ellos pero que dejen tranquilos a los costamarfileños. Mis amigos y mis familiares lo están pasando muy mal. Allí hay toque de queda desde las doce del mediodía y es a esa hora cuando comienza el suplicio. Se esconden debajo de las camas y de las mesas, asustados, para protegerse de posibles batallas", ha explicado Romaric en los medios oficiales del club.

"Para mí es muy duro porque sé que tengo que estar concentrado en los partidos, en el Sevilla, pero la verdad es que me invaden los pensamientos sobre el estado de mis familiares. Yo no quiero que les pase nada y estoy muy preocupado. No sé lo que puede pasar. Allí está toda mi familia. Sólo mi hermana está en Sevilla conmigo, pero el resto de mis familiares está en Costa de Marfil. Estoy intentando que vayan a Ghana, pero es muy difícil porque las fronteras están cerradas. No sé que más puedo hacer. Sólo me queda pedirle a Dios que no les pase nada", dice Romaric.

El centrocampista, además, no duda en hacer un llamamiento a la desesperada: "Pido, por favor, que dejen a la población vivir y que los políticos solucionen el conflicto lo más rápido posible. La comunidad internacional tiene que ayudar a mis país porque sabemos que solos no podemos arreglarlo. Necesitamos ayuda de todos: de España, de Francia, de América... Necesitamos que nos echen una mano".

NO ES EL ÚNICO. Sus compañeros se encuentran en la misma situación. "Nosotros estamos aquí pero nuestra familia está allí. Tengo que estar llamando a todas horas porque estoy preocupado. Mi familia tiene mucho miedo. Mi hermana y mi madre han conseguido marcharse a Mali y estoy algo más tranquilo, pero mis hermanos están en Abiyán y no pueden salir a la calle. Hay batallas y no se está seguro en ningún sitio", relata Koné.

"Además, no tienen comida porque no pueden salir a comprar debido al toque de queda. Sólo nos queda rezar para que se solucione el conflicto. Esperamos que encuentren el mejor remedio al problema, pero sobre todo lo que queremos es que dejen a la población tranquila, ya que está sufriendo este problema desde 2002", añade. El fútbol ahora no es lo más importante.

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