Economía

Roney cierra su fábrica y suspende pagos por falta de financiación

El desencuentro de los dos socios de la firma histórica pone en jaque su futuro

el 16 feb 2010 / 13:02 h.

La fábrica del polígono Amate ha parado su actividad.

El chorreo de empresas sevillanas que presentan concurso de acreedores no para. Ni siquiera la firma de trajes de flamenca Roney, en plena euforia de ventas por la cercanía de la Feria de Abril, se ha librado. Así, tiene previsto acometer la antigua suspensión de pagos de forma inminente, después de que la pasada semana despidiera a la práctica totalidad de la plantilla -de unos 20 trabajadores- y paralizara la fabricación de vestidos en sus instalaciones del polígono Amate.

Y el problema esta vez no es la crisis, "aunque también se nota", señaló la hija de uno de los dos socios de Roney, Chele Neyra. De este modo, aseguró ayer que la falta de financiación que acucia a la empresa se debe a que el otro socio "se ha desentendido de ella desde hace más de un año", por lo que, siempre según su versión, no aporta montante para que la sociedad siga adelante.

La solución ahora está en los juzgados, ya que el otro socio, Juan Neyra Romero, ha interpuesto una denuncia por esta causa contra el otro miembro de la sociedad. En la actualidad, la empresa mantiene abierta la tienda del Plantinar, aunque ya se ha echado el cierre de la de María Auxiliadora.

"Al no poder pedir financiación, porque el otro socio no se hace responsable de nada, es imposible seguir con la empresa hacia delante", denunció Neyra, que argumentó que, una vez que su padre ha hipotecado su casa para mantener la actividad, no cuenta con más patrimonio para afrontar esta situación.

Roney, que cuenta con 50 años de historia en el tejido empresarial sevillano, podría así ver cerrada sus puertas de manera definitiva a corto plazo si no se halla una solución al conflicto entre las dos partes. "La denuncia está interpuesta desde hace más de un año y no tenemos fecha en el juzgado, así que esto se puede alargar mucho", señaló. Por ahora, está a la espera de lo que les recomiende su abogada en cuanto a seguir o no con la empresa.

En la actualidad, la tienda del Plantinar está vendiendo los trajes que se pudieron confeccionar antes de que se cerrara la fábrica, aunque la mayoría de los tejidos adquiridos se ha devuelto. Las prendas que actualmente tiene la firma en su único establecimiento abierto están a un precio más bajo debido al inminente concurso de acreedores.

"Ahora está todo en el aire, no sabemos qué nos deparará el futuro", lamentó.
Esta portavoz alegó que los hijos del otro socio han montado un negocio del mismo corte en este tiempo "y aquel está ahora volcado con ellos".

Una historia de 50 años que puede acabar en meses

Roney nació hace 50 años. Entonces, cuando abrió por primera vez sus puertas, los trajes de flamenca solían confeccionarse en los talleres de modistas y pocos eran los que se atrevían a abrir un establecimiento con este cometido. Fue entonces cuando José Romero y Juan Neyra Romero decidieron lanzarse a la aventura y tras medio siglo juntos, la historia ha acabado de la peor manera posible, no sólo en lo profesional, sino también en lo personal. A lo largo de su historia, la firma de trajes de flamenca ha llegado a tener tres establecimientos repartidos por la ciudad y han proporcionado modelos a otras tiendas de Sevilla a las que confeccionaban sus trajes. Ahora, la fábrica está cerrada a falta de financiación y el futuro es incierto. 

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