La euforia de UPyD contrasta con la preocupación de IU. En dos años se pueden disputar la llave de Gobierno y decidir el rumbo de la Corporación municipal. PSOE y PP observan su evolución mientras revisan sus cuentas. Los socialistas llevan tres elecciones seguidas ganando en la capital, mientras que los populares se aferran a sus resultados de 2007, a los que no han vuelto a acercarse.
Quedan dos años para los próximos comicios municipales. Y los partidos empiezan a hacer sus cuentas con dos puntos de referencia: las elecciones generales y autonómicas de 2008 y las europeas celebradas el pasado domingo. Los datos de estos procesos no se pueden extrapolar, pero sí definen tendencias y marcan las estrategias a seguir. De momento, han sido especialmente significativos para los tres partidos que aspiran a tener una representación minoritaria en Plaza Nueva que pueda ser clave.
Después de los resultados del domingo, UPyD, el partido de Rosa Díez, es el mejor posicionado. Es cierto que no se ha enfrentado al reto de unas municipales, pero en unos comicios con escasa participación ha obtenido 11.204 votos y se ha situado como la tercera fuerza. Si se repite la participación de las municipales de 2007, el 5% que da acceso a Plaza Nueva está entorno a los 15.500 sufragios, lo que les deja a sólo 4.300 votos. Un margen asequible. Queda por determinar, de dónde vienen sus apoyos. Su coordinador de estrategia, Armando Flores, habla abiertamente de un "trasvase" de votos socialistas, un análisis similar al que realizan dirigentes de IU como su coordinador local, José Manuel García. Desde el PSOE la lectura es opuesta. Se basa en datos: UPyD se ha hecho fuerte en zonas como Centro y Nervión y ha obtenido un número similar a los votos que tenía el PA y que luego absorbió el PP. Es decir "un electorado de centro-derecha", y en eso coincide con IU que no duda en acusar al partido de tener "un mensaje de derechas con tintes populistas".
La situación es más compleja para IU. Esta semana se reunirá la comisión ejecutiva provincial, dirigida de momento por la Corriente Crítica, que aguarda a realizar un análisis sobre la caída de Sevilla en relación con la subida de la provincia. Pese a esto, es más un descenso de posición que de votos. La federación ha perdido 1.282 respecto a 2004, pero se queda en unos índices similares a los de las elecciones generales, un terreno que a la federación le cuesta mucho en las grandes capitales. "Hemos bajado, pero muy poco teniendo en cuenta el marco electoral bipartidista. No creemos que haya un desgaste en Sevilla. Las elecciones locales se mueven en otros términos", apunta García. El responsable del PCA en Sevilla, Juan de Dios Villanueva, realiza una lectura similar: "No es un problema específico de Sevilla, lo hemos tenido en otras capitales". El tercer partido en disputa ya no entra en batalla. La travesía en el desierto del PA le está asfixiando. Sólo ha conseguido 1.874 votos.
El año 2007 fue un punto de inflexión para el PP. Con Juan Ignacio Zoido lograron ganar las elecciones. Pero desde entonces han pasado tres comicios y los han perdido todos, pese a que al desgaste que está suponiendo la crisis para el PSOE en las grandes urbes. Ayer, fue el único partido que declinó valorar los resultados a este periódico. Cierto es que han ganado en seis distritos, pero los datos también reflejan que en todos ha caído respecto a las municipales de 2007. Tiene dos lecturas: bien tocaron techo y sufren desgaste; bien los apoyos con los que Zoido asegura contar se quedan en él, y no sólo no se convierten en votos para el PP, sino que siguen en el PSOE.
Para los socialistas, los resultados electorales son un sondeo que invita al optimismo. Pierden votos como pierden en casi todas las capitales. Sufren el desgaste, pero siguen a una amplia distancia del PP. Y sobre todo los barrios les siguen respondiendo en todos los procesos, sea cual sea la abstención. "Era un escenario complicado y pese a esto hemos ganado por cinco puntos con una participación superior a la de 2004 y similar a la media", subraya el portavoz del grupo socialista, Alfonso Rodríguez Gómez de Celis.
