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Rosa Madrid: "Sería una torpeza que Sevilla dejara pasar un proyecto como el de Ikea"

Socia de Knight Frank en España. Esta licenciada en Derecho trabaja en la mayor consultora inmobiliaria privada mundial y, pese a la crisis, lo tiene claro: ante la incertidumbre, optimismo.

el 15 oct 2011 / 19:46 h.

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Rosa Madrid en la sede de la consultora inmobiliaria internacional Knight Frank en Luis de Morales.

Rosa Madrid se somete a la sesión fotográfica con poco entusiasmo. Nada que ver con la claridad y la pasión que pone esta gaditana de Olvera y de 41 años en su trabajo. Aunque "no hay muchas razones para sonreír tal y como está el mercado", el rostro y la voz de la consultora Knight Frank en Sevilla prefiere optar por el "optimismo".

-¿Tan mal está la cosa?
-Lo peor es la incertidumbre. Estamos perdidos, no sabemos qué va a pasar, no sabemos cuándo se va a recuperar el mercado, cuál será el efecto de las elecciones. Estamos francamente perdidos, sin horizonte.

-¿Y cuánta de esa incertidumbre tiene que ver con la vacilación de los políticos?
-Todos somos responsables. No creo que estemos donde estamos por los políticos, ni saldremos de donde estamos por ellos. Lo único que espero es que no estorben. Porque la situación la arreglarán los empresarios apostando, invirtiendo, reteniendo a su gente, contratando, vendiendo, buscando mercados emergentes, pidiendo que les paguen facturas... Será la empresa la que nos sacará de la crisis. Los empresarios que hace un año eran perseguidos por la sociedad, ya verá como son los que nos sacan de la crisis. Lo único que le pediría a la clase política es que no gaste más dinero del que debe, que por favor sea honrada y que no estorbe. Y si son capaces, en medio de la que tienen montada, de aprobar una ley para fomentar el empleo, bienvenida sea.

-¿En qué medida los políticos están estorbando en Sevilla en proyectos como el de Ikea?
-La información que tengo sobre esta operación no es suficiente como para que opine, pero Ikea es una empresa seria. Ni Ikea ni ninguna otra marca tiene que ser arma arrojadiza entre los políticos y no puede estar en prensa todos los días. El de Ikea es un proyecto más. ¿Que se va a ir a Córdoba? No se puede hablar de lo que no se conoce. Ikea tiene muy claro dónde quiere estar y lo que quiere es un escenario claro. Está teniendo mucha paciencia. No obstante, tengo cierta esperanza en que el tema se desbloquee con el sentido común que ha entrado con el nuevo ayuntamiento y, sobre todo, con la necesidad que hay de crear empleo y riqueza.

-¿Hay algún proyecto más en el horizonte para Sevilla? Porque si España no es un sitio apetecible para el mercado, ¿cuánto lo es Sevilla?
-Una cosa es el mundo de la inversión, donde antes se movía un volumen que hacía de España destino preferente, y otra cosa es el mundo de los centros comerciales. Si el tendero no vende, ya puede haber un macro fondo de Arabia Saudí que el centro no funcionará. ¿Hay margen en Sevilla para más centros comerciales? Claro que sí. Ikea no es tonto. En Sevilla hace falta un gran centro comercial. Ninguno de los que hay supera los 50.000 metros cuadrados y eso en una ciudad como Sevilla no es normal. Tendríamos que tener uno de 80.000 a 90.000 metros cuadrados. Hay zonas de la población que van al Aljarafe a comprar porque están muy desprotegidas (Bermejales, zona de Felipe II, la Macarena, Torneo y una gran parte del Centro). No me creo eso de la saturación. No se puede poner otro centro comercial en Nervión pero hay zonas donde sí se pueden poner más.

-¿Y además de necesidades hay suelos disponibles?
-Sí, pero desarrollar un centro comercial es un milagro. El suelo tiene que tener una serie de características (muy grande y con no mucha edificabilidad) y debe haber detrás un promotor con capacidad para invertir entre 60 y 100 millones de euros. Pero los propietarios de los suelos no saben nada de centros comerciales. Consideran que tienen ahí una joya que le va a arreglar la vida a él y a tres generaciones más. Pero el precio del suelo es determinante para que el proyecto sea rentable.

-¿Hay ofertas?
-Ikea es una prueba.

-¿Entonces por qué parece que o se coge el proyecto de Ikea o se dejará escapar el único tren que va a pasar en años?
-Una cosa no excluye a la otra. Si Sevilla deja pasar un proyecto como éste sería una gran torpeza de todas las administraciones porque, vamos a ver, que venga Inter Ikea con ganas de invertir y generar empleo, es como para abrirle las puertas. Se está focalizando tanto que no lo entiendo.

-Hay mucha atención mediática porque Ikea ha modificado sus peticiones iniciales. Ahora quiere conseguir más edificabilidad por el mismo dinero.
-Para opinar de esa operación tendría que tener más datos que no tengo. Lo que diga la prensa no me sirve. Y no lo digo contra la prensa sino porque se trata de un tema que los políticos han usado como arma arrojadiza.

-Otro proyecto sobre el que están puestos todos los focos es el de la torre Pelli. Al margen del debate urbanístico, ¿será rentable? ¿Se asentarán empresas?
-En esto tengo una postura clara: determinados proyectos es imposible verlos en un escenario temporal corto. Hacerlo es un error de base. Que alguien del sector inmobiliario o de la consultoría se atreva a decir un no o un sí rotundo sobre determinados proyectos es como mínimo una osadía. Soy defensora de ese proyecto porque soy una fiel defensora de la modernidad de esta ciudad, y la modernidad de esta ciudad no puede estar delimitada por el techo de la Giralda. Estoy segura de que cuando una ciudad como Sevilla tenga una torre como ésta abierta, será más moderna, más actual. Y esa torre atraerá a grandes empresas. ¡No tengo la menor duda! ¡Es que no la tengo! Si el edificio se está haciendo con la calidad con la que creo que se está haciendo, en un sitio privilegiado, las mejores y más potentes empresas querrán estar en una de sus plantas. Si toda la gente que se dedica a tumbar estos proyectos dedicara su tiempo a pensar qué construye, a lo mejor nos iba mejor.

-¿Han beneficiado las peatonalizaciones?
-Siempre es conveniente la peatonalización. Revaloriza los locales y es bueno para el comercio. El confort es muy importante a la hora de ir de compras. Pero hay más cosas además de las peatonalizaciones: prohibir los neones, buscar una imagen única en los comercios, tematizar las calles... En Sevilla hace falta un proyecto de comercio porque éste tiene mucha fuerza. Pero los políticos no saben de comercio. No tienen una visión del negocio de las tiendas. Ahí hay mucho que aprender de Barcelona. El comercio genera empleo y calienta las zonas de la ciudad donde está. ¿Qué sería Nervión sin el Corte Inglés?

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