-Usted plantea en su última novela un futuro lleno de seres creados para sustituirnos en determinados trabajos. ¿Se convertirá en realidad?
-En efecto, hablo de replicantes a los que al principio se creó como esclavos pero que luego han conseguido derechos civiles. Son un emblema de los inmigrantes más maltratados y la xenofobia. En mi mundo hay un racismo contra los androides, que son también humanos, pero que están creados a partir de una manipulación genética que es muy posible en el futuro. Va a haber clones humanos por mucho que se prohiba.
-Xenofobia, racismo, inmigración... suena muy actual.
-Claro, es mi novela más realista, parto de la problemática actual y desarrollo esa realidad.
-También trata temas universales de la literatura: la muerte, el paso del tiempo, el amor, la memoria...
-Todas mis novelas son de supervivientes, lo descubrí hace pocos años. Antes creía que escribía historias de perdedores, porque toda la literatura del siglo XX son novelas de antihéroes y perdedores. Es una diferencia esencial. Tú no escoges las historias que cuentas sino que ellas te escogen a ti, como tampoco puedes escoger tus sueños. Hago novelas sobre el paso del tiempo y la muerte porque vivo muy obsesionada con ellos.
-Los replicantes de su novela tienen conciencia de cuándo van a morir. ¿Es bueno saber cuál es tu fecha de caducidad?
-Es un horror, un suplicio espantoso. Lo único que nos permite soportar la ausencia, el vacío y la incomprensibilidad de la muerte es que no sabemos cuándo vamos a morir. Esa es la tragedia de mi Bruna, mi protagonista.
-Ha cogido elementos de la película de Ridley Scott, Blade Runner. ¿Por qué ésta?
-Es uno de los grandes clásicos del cine, pero del cine en mayúsculas. He cogido la idea del replicante, con una fecha de muerte, porque me permite hablar de los temas que más me interesan y me angustian, como son la muerte y el paso del tiempo.
-En tiempos de crisis como los actuales, ¿tenemos que pensar en el futuro?
-No. En tiempos de crisis es mejor vivir cada día como si fuera una pequeña obra de arte. Pensar en el futuro es una estupidez porque no se vive el presente. Lo que hay que hacer es vivir.
-La memoria está muy presente en toda su obra. ¿Qué opina de rescatar la memoria histórica en España?
-No hay una sola memoria, hay muchas memorias individuales. El poder siempre intenta manipular la memoria colectiva y uno de los grandes deberes de la democracia es que emerjan todas esas memorias, porque no hay una sola. Claro que hay que sacarlas a la luz. Si se trata de sacar todo lo que pasó en la Guerra Civil, estamos en el momento justo para hacerlo porque han pasado 70 años. Lo malo es que se está utilizando esto sectariamente por parte de todos los partidos políticos.
-Como amante de la ciencia ficción, ¿creía que el libro de papel sería sustituido por uno digital?
-Con 20 años leía este tipo de cosas. Lo maravilloso es que estoy viviendo en la realidad. Me encantan las nuevas tecnologías. Tengo ebook y iPad y me parecen fantásticos. No quiere decir que se vaya a perder el libro de papel, que coexistirá con el electrónico. Aún tenemos que adecuar legalmente el tema de los derechos de autor y esto nos llevará un tiempo.
