Rosalía Zahíno ha asumido el reto de aventurarse en el legendario mundo de los piratas, un mundo de hombres embrutecidos, ávidos de tesoros, en un ambiente muy hostil. En este contexto cabe imaginar diferentes estilos para enmarcar el cuerpo de la mujer, desde las prendas inspiradas en los rudos filibusteros, hasta las más elegantes y románticas exhibidas por la alta aristocracia que viajaba en los galeones españoles. Con estas pautas ha recreado una estética hábilmente transportada a nuestros tiempos, nuestros valores y nuestras mujeres, en una fusión atrevida e innovadora para el arte de la moda flamenca. El resultado no ha dejado indiferente y va destinado a vestir a mujeres originales, sin tabúes ni prejuicios, pero con toda la seguridad de que lucirán en nuestras fiestas con sofisticación y refinamiento.
Los cortes orientados a realzar la figura femenina, con corsetería y talles ajustados, rematados como siempre por una amplia profusión de encajes y volantes. Los trajes están confeccionados con un amplio abanico de tejidos, que van desde los nobles como tafetanes de seda, encajes, rasos y terciopelos, hasta los más tradicionalmente utilizados enmoda flamenca. Eso sí, se introducen texturas inusuales como son punto, esterilla y sarga.
Predominan los colores celestes y verdosos de los Mares del Sur y el dorado del sol, así como los marrones y camel de los piratas, aportando el toque más femenino y romántico los rosas y beiges. En cuanto a los complementos, todos realizados por Encarna Solá (de la firma almeriense Saúco), abundan los elementos y símbolos de la época recreada.
