El Ateneo de Sevilla ha designado a la concejal de Fiestas Mayores del Ayuntamiento hispalense, Rosamar Prieto-Castro (PSOE), y al edil del Grupo Popular Vicente Flores como Mago de la Fantasía y Gran Visir, respectivamente, de la Cabalgata de Reyes Magos de 2010.
En un comunicado, el Ateneo señaló que el nombramiento de Flores se lleva a cabo en base a su "amor" al Ateneo, "heredado del intenso ateneísmo de su abuelo Vicente Flores Navarro y de su padre Vicente Flores Luque, y por su apoyo permanente".
Por otro lado, la designación de Prieto-Castro se efectúa como testimonio de "agradecimiento" por el "apoyo y colaboración" con la Cabalgata de todos los servicios municipales, así como por la consideración de la propia Cabalgata como Fiesta Mayor de Sevilla.
Por último, el Ateneo también informó del nombramiento como Heraldo Real --que este año saldrá de la Maestranza e irá por García de Vinuesa, avenida de la Constitución, Plaza de San Francisco, Plaza Nueva, Barcelona, Gamazo, Castelar, Arfe, Antonia Díaz y, de nuevo, a la plaza de toros-- del presentador televisivo Manuel Sánchez Vázquez, 'Manu', por su labor divulgativa en la televisión andaluza.
En cuanto a las personas que encarnarán el 5 de enero de 2010 a los Reyes Magos de Oriente, el Ateneo ya informó de que el Doctor en Medicina Manuel Eduardo Codes Manuel de Villena, el presidente director de Cáritas Diocesana de Sevilla, Felipe Cecilia Franco, y el presidente del Círculo de Labradores, Antonio Rodríguez de la Borbolla, interpretarán el papel de Melchor, Gaspar y Baltasar, respectivamente. Además, la pintora Marita Rufino Rus representará a la Estrella de la Ilusión.
Con respecto al itinerario de la Cabalgata, ésta, según informaron a Europa Press fuentes de la organización, tendrá un recorrido, ya consensuado con el Centro de Coordinación Operativa (Cecop), con la Ronda Histórica como principal eje de trayecto, con finalización en Los Remedios y el planteamiento, dentro de un contexto de lucha contra la suciedad viaria, de la reducción de unos 10.000 kilogramos menos de los caramelos que se arrojan en el cortejo.