La cúpula de la Conferencia Episcopal Española (CEE) seguirá los próximos tres años en las mismas manos. El cardenal arzobispo de Madrid, Antonio Ma-ría Rouco Varela, y el arzobispo de Valladolid, monseñor Ricardo Blázquez Pérez, fueron reelegidos ayer presidente y vicepresidente de la CEE, tras la votación realizada para el trienio 2011-2014.
Concretamente, Rouco Varela salió reelegido presidente en primera votación por 39 votos de 75 -otros 28 obispos votaron a Blázquez para este puesto-. Mientras que Blázquez fue votado por 51 obispos -otros 17 se decantaron por el cardenal de Barcelona, Lluís Martínez Sistach-.
De esta forma, Rouco, de la línea más conservadora y que tiene varios frentes abiertos con el Gobierno como el aborto y el matrimonio homosexual, se convierte en el presidente de la CEE que más años ha sido elegido para estar al frente de los obispos españoles -cuatro trienios no consecutivos- superando al cardenal Vicente Enrique y Tarancón -un año en funciones y tres trienios-. El cardenal de Madrid, que cumple en agosto 75 años, coincidiendo con la celebración de la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) Madrid 2011, tendrá que presentar su renuncia al Papa. Sin embargo, este hecho no impediría que cumpliera su mandato si Benedicto XVI acepta la renuncia al final del próximo trienio.
Además de Rouco y Blázquez, fueron reelegidos como miembros del comité ejecutivo el arzobispo castrense y el arzobispo de Sevilla, Juan José Asenjo, que ya pertenecían al mismo pero que no habían cumplido un trienio en el cargo; así como el arzobispo de Santiago de Compostela, monseñor Julián Barrio Barrio; y el arzobispo de Pamplona y Tudela, monseñor Francisco Pérez González, que entran a formar parte de este órgano de la Conferencia Episcopal por primera vez.
Asenjo además recibió un voto en la designación del vicepresidente. Junto con ellos, forma parte del comité ejecutivo el secretario general y portavoz de la Conferencia Episcopal, el obispo auxiliar de Madrid, Juan Antonio Martínez Camino, cuyo mandato, de cinco años, no se renueva en estas elecciones.
El cardenal Rouco, destacó ayer durante la comparecencia posterior a su reelección, que "la ruta" para los próximos tres años "está marcada" y que entre los acontecimientos principales de la misma estará la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) Madrid 2011, en la que, según indicó, los obispos pretenden mostrar a los jóvenes una Iglesia que se preocupa por sus necesidades y por los de la sociedad.
la religión, en agenda. En su intervención no se olvidó de hacer una mención al Gobierno español. Aseguró que su relación con el Ejecutivo ha sido siempre y es actualmente "correcta, de cooperación y cordial", aunque admitió que hay algún asunto "pendiente" como la regulación jurídica de la clase de religión, que calificó de "problema histórico" y la libertad de los padres a elegir el centro educativo de sus hijos. Asimismo, también precisó que siempre hay "divergencias que siguen vivas" entre ambas instituciones, como su visión del derecho a la vida o del matrimonio, que incluso le llevaron a manifestarse en la calle.
También el ministro de Presidencia, Ramón Jáuregui, tras felicitar al cardenal de Madrid por su nueva designación, destacó el buen entendimiento que el Ejecutivo mantiene con la Iglesia.
Rouco, asimismo, remarcó que el calor popular hacia la Iglesia es "muy grande" con un índice de participación dominical "muy alto" y que no considera que en estos momentos la Iglesia en España no sea estimada, sino "todo lo contrario" pues, a su juicio, se nota "la iniciativa de la gente". En cualquier caso, admitió que en la Iglesia también repercuten "problemas" como la crisis demográfica, o en el terreno vocacional, entre otros. En cuanto a su reelección, el cardenal Rouco aclaró que este nombramiento no significa que sea el presidente de los obispos españoles porque el único presidente de todos los obispos es el Santo Padre, Benedicto XVI, al que, según explicó, todos están subordinados.