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Rouco, una elección lógica

Los prelados españoles eligieron ayer al cardenal Rouco Varela para presidir la Conferencia Episcopla durante los tres pròximos años, en el que será su tercer mandato en total interrumpido por el fugaz trienio de Ricardo Blázquez.

el 15 sep 2009 / 01:08 h.

Los prelados españoles eligieron ayer al cardenal Rouco Varela para presidir la Conferencia Episcopla durante los tres pròximos años, en el que será su tercer mandato en total interrumpido por el fugaz trienio de Ricardo Blázquez. Ganó a Blázquez por solo tres votos de diferencia -la vez anterior perdió por uno- lo que arroja alguna luz sobre la segmentación del gobierno de la Iglesia en España. La elección de Rouco Varela es coherente con la línea frentista y radical que exhibe la Iglesia en los últimos tiempos. Una acción desproporcionada y que se extralimita permanentemente más allá de los muros de la confesión como un acto privado y que sólo puede ir a peor. No conviene engañarse: con Blázquez de presidente se han perpetrado los principales y más contundentes ataques al gobierno del PSOE elegido en las urnas. O Blázquez reinaba pero no gobernaba o bajo su apariencia más bonancible y sus manos tendidas se oculta una política exactamente igual a la de Rouco.

El nuevo presidente de la Conferencia Episcopal ha sido junto a sus incondicionales Cañizares y García-Blasco, cardenales de Toledo y Valencia, respectivamente, el martillo pilón que ha golpeado al Ejecutivo de Zapatero reiteradamente. A este trío de prelados se debe el célebre acto en defensa dela familia en el que lanzaron afirmaciones tran gruesas como que las políticas en materia de familia son un "retroceso con respecto a la Declaración de Derechos Humanos", que con el actual gobierno "nos dirigimos a la disolución de la democracia" o que representan un "ataque grave para el futuro de la sociedad". Rouco reestrenó ayer el cargo con una supuesta invitación al diálogo a los partidos. Habrá quer concederle los cienc días de gracia, pero los antecedentes hacen temer una Iglesia española aún más radicalizada, fundamentalista y desconectada de la realidad.

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