El vicepresidente del Gobierno y ministro de Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, arremetió ayer contra el líder del PP, Mariano Rajoy, por esconder su "catalanofobia" ahora que está haciendo campaña electoral en Cataluña, arropando a la candidata popular, Alicia Sánchez Camacho.
En un mitin en Tarragona, Rubalcaba lamentó que estos días Rajoy no diga nada sobre su actitud durante la reforma estatutaria, ya que durante este proceso lideró "como nadie la catalanofobia" al recurrir el Estatut y promover la recogida de firmas en contra de la norma catalana.
Ante esta actitud del PP, Rubalcaba contrapuso la que tuvo el PSC y el PSOE, destacando el papel clave que tuvieron en la reforma estatutaria. Según Rubalcaba, cuando Rajoy visita Cataluña, está "embozado" y que trata de esconder lo que en realidad piensa sobre esta comunidad.
Aprovechando que Rubalcaba y Rajoy hicieron ayer sábado campaña en la provincia de Tarragona y a una distancia de ocho kilómetros, el ministro emplazó al líder popular a dar explicaciones sobre el recurso contra el Estatut y por qué durante su tramitación el PP andaluz hizo unas cuñas radiofónicas con la frase: "El nacionalismo catalán perjudica a Andalucía, y Chaves no hace nada por remediarlo". También recordó que el PP de Rajoy aseguraba que con el Estatut habría una ruptura de España, lo que no ha ocurrido, nada más lejos de la realidad, sostuvo. El líder popular, por su parte, destacó ayer que el "nacionalismo cuesta mucho dinero en términos de presupuesto y en términos económicos", así como la incidencia negativa que tienen las "obligaciones identitarias" sobre la marcha de la economía.
Por su parte, el presidente de la Generalitat y candidato a la reelección, José Montilla, comparó a CiU con un "melocotón" puesto que, a simple vista, la federación nacionalista parece que es una formación moderada y con voluntad pactista, pero en realidad, esconde un auténtico hueso independentista. Con este símil frutal, Montilla quiso hacer un juego de palabras ya que popularmente, al núcleo más cercano a Artur Mas en la dirección de CDC se le conoce como al pinyol -hueso en castellano-, grupo que también es conocido por sus tesis soberanistas. Según Montilla, CiU es un fruto con "piel estatutaria, pulpa soberanista y hueso independentista".
bisagra. Mientras, la presidenta del PP de Cataluña, Alicia Sánchez Camacho, sostuvo ayer que el PP puede erigirse como "la bisagra de la gobernabilidad" tras las elecciones catalanas después de que el barómetro del CIS dejase a CiU a nueve escaños de la mayoría absoluta, empatada con la suma de las tres fuerzas del tripartito. Durante su intervención en un mitin en Vila-Seca junto a Rajoy, y ante cerca de mil personas, Camacho defendió que las últimas encuestas demuestran que el tripartito no podrá reeditarse, por lo que aseguró que el PP puede "decantar Cataluña hacia la libertad, y no hacia la independencia y la mala gestión".
La candidata del PP a la Presidencia de la Generalitat destacó que el barómetro señala también que la mayoría de los catalanes no se siente nacionalista y defiende una Cataluña de la libertad, ante lo que auguró que los populares lograrán unos buenos resultados el 28 de noviembre. Rajoy aseguró que ve cada día mejor a su candidata, y que actos como el de Vila-Seca, que consideró como "el más importante" al que ha asistido nunca en la provincia de Tarragona, le hacen estar confiado en las posibilidades de obtener un buen resultado el 28 de noviembre.
Pese a la voluntad de ser decisivos, el PP ha vuelto a marcar distancias con CiU, y aunque tanto Camacho como Rajoy celebraron que, a su juicio, la federación emule sus propuestas en materia económica, ambos advirtieron de que su nacionalismo es perjudicial para Cataluña.